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Un estado que no cuida a sus jóvenes es un gobierno que no cumplen con su deber, apuntó

Poniatowska alude a los desaparecidos en Iguala al recibir honoris causa de la UAG
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La escritora recibe el galardón de manos del rector Javier SaldañaFoto Héctor Briseño
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 5 de octubre de 2014, p. 3

Acapulco, Gro., 4 de octubre.

La escritora y periodista Elena Poniatowska recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).

En ceremonia efectuada en este puerto, Elena Poniatowska recibió el nombramiento por su aporte a las letras, a la cultura universal, a las humanidades, a la pedagogía y al desarrollo de la sociedad.

Es el primer honoris causa que otorgs la UAG.

Es una mujer identificada con el pueblo, defensora de luchadores sociales, constructora de puentes generacionales, de la memoria de México, expresó el rector de la universidad, Javier Saldaña Almazán.

En su discurso, Elena Poniatowska agradeció el reconocimiento, recordó su primera visita a Acapulco, en 1944, cuando no había un solo edificio.

Hizo un repaso histórico del puerto, que repasó de forma casi mágica, desde que sus auténticos pobladores eran sus dueños, los mayas y los yopes, hasta la actualidad, de la que advirtió: no le gustaría a Humboldt y a Morelos constatar que los pescadores han sido expulsados cuando sus padres y abuelos fueron los verdaderos dueños de Acapulco. Los verdaderos acapulqueños ya no tienen vista a la bahía y a veces ni agua potable.

La activista y literata dedicó una provocadora lectura de recuerdos de Acapulco, de olores, del tacto, de la infancia, del sueño e hizo desfilar en instantes evocadoras imágenes del puerto con frases dotadas de nostalgia, de crítica sutil a aquello que se opone al bienestar común.

Recordó que “desde Taxco, mi hermana y yo, de nueve y 10 años, anunciamos que olíamos el mar, la carretera era larguísima, el camión era un horno. Abundaban las talacherías y altos muros de llantas en Chilpancingo… y así, hasta llegar a la bahía más bella del mundo. Juzguen ustedes, no había un solo edificio”.

A modo de confesión, para encontrar un llanto escondido, Elena Poniatowska reveló: Para sacarnos del mar mi madre se paraba en la orilla con dos paletas Mimí.

Explicó con suavidad que su deseo de aceptar el doctorado honoris causa de la UAG está ligado con las luchas sociales.

También el maestro rural Lucio Cabañas pidió que no olvidáramos. Acapulco era de los indígenas, mucho antes, y rememoró al ex rector Rosalío Wences, a quien halagó, pero al que recordó que la principal crítica de la UAG en los 70 y 80 era su perfil excesivamente político.

México no progresa

Elena Poniatowska manifestó que un estado que no cuida a sus jóvenes, primero a sus niños, y luego a sus jóvenes, que no los protege, es un gobierno que no está cumpliendo con su deber, lo está eludiendo, en referencia a los hechos de violencia ocurridos en Guerrero.

Agregó: Al gobierno Federal se le puede decir lo mismo que al local, que los grandes problemas de México no están siendo atendidos y México no está progresando; además de eso vivimos en un país donde se mata a los jóvenes.

Manifestó que existe dolor en todos los mexicanos, sobre todos en estos días del 2 de octubre, estamos dolidos de ver que a tantos años del 68, los estudiantes y los jóvenes no tienen un lugar en México.