Dos poetas de norteamérica

PRIMAVERA EN VIRGINIA

Ramona Wilson

HUÉSPED NOCTURNO

¿Sabías que
desde la vez que
creyéndome dormida
pasaste desnudo frente a mi puerta
y la luz de la calle entró de blanco
para resaltar la curva vertiginosa
de tu espalda,
me imagino esa curva
cada noche?

LEYENDO POESÍA INDÍGENA

Hubo un tiempo que soñábamos águilas,
ágiles carreras de osos negros
tras las blancas colas de los ciervos
en la penumbra de los bosques
del atardecer.
Ahora en cambio vemos
que el polvo del camino
que lentamente asciende al cielo muerto
deslava y ahoga
cuanto le rodea.
Los polluelos de halcón
ruedan pequeños y lejos.
Damos gracias por ellos.
Alumbran nuestro día
los ojos fríos de los cuervos.

EL ENCUENTRO

siente los filos
el conocido dolor de este final
nuestra caída prevista,
siendo quietud la recompensa.

río otra vez
escuchando las vueltas
de nuestro encuentro, mi amor,
pero con reticencia
pues has de saber que reparto
libertad a pedacitos
reunidos con dedicación,
vestigios de noches más razonables.

PRIMAVERA EN VIRGINIA

Ven, vamos a platicar.
El invierno perdió otra vez.
Nuestros párpados destellan
y celebran la forma en que
nuestras manos se tocan.
El río sube
y tu boca resplandece.

Ramona Wilson (1945), poeta colville, nació en Nespalem, en el estado de Washington, y vivió a orillas del río Columbia hasta los 17 años. Después ha radicado en Santa Fe y Oakland. Estos poemas, fechados todos en 1974, proceden de la antología Voces del Arcoíris. Poesía indígena contemporánea de Estados Unidos (Voices of the Rainbow. Contemporary Poetry by Native Americans, editada por Kenneth Rosen. Arcade Publishing, Nueva York, 2012).

PANTANO

Roberta Hill

Los alerces hacen la luz para allá
para adorar entre las nubes la escoria del volcán.
Sus ojos se balancean y besan, después rodean
al perro de pescuezo agarrado
lame mi noche, desgarra mi día.
Volteo para morder su aterciopelado nervio
pero encuentro ranas. Filosas
como acero bajo piel, intentan
hacer sangrar mis crímenes en cuero,
susurrar “el júbilo es un duro escondite”.
“Sorpréndelas con una roca”, grito,
“redúcelas a su tamaño normal”.
Mi roja creencia yace trenzada en el lodo.
Una suave estrella caliente abrazada por el mar..

Roberta Hill Whiteman nació en la reservación Oneida en 1947. Poeta, narradora y académica iroquesa de la nación oneida de Estados Unidos, estudió en las universidades de Wisconsin y Montana y ha impartido clases en las reservaciones Oneida y Rosebud. Es autora de los poemarios Star Quilt (1984) y Philadelphia flowers (1996).

Traducciónes del inglés: HB.


Voladores y danzantes en Tajín, en el mural Cultura
totonaca (fiestas y ceremonias)
, 1950. Diego Rivera