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Para este año, sólo Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo eran consideradas focos rojos

Gobernación revisa sus datos y concluye: en seguridad, Iguala no estaba tan mal
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Agentes federales, ayer sábado, a punto de comenzar un patrullaje por el centro de Iguala, GuerreroFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de octubre de 2014, p. 11

Al inicio del sexenio, con el reforzamiento de programas de seguridad y de prevención del delito en 2014, la ciudad de Iguala no fue ubicada entre los principales focos rojos de Guerrero sino Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, sitios con altos niveles en homicidios dolosos, por encima de la media nacional.

Iguala no estaba tan mal, dijo a La Jornada un alto funcionario de la Secretaría de Gobernación (SG), al responder sobre la situación en aquel municipio guerrerense, sacudido por hechos violentos.

El más reciente fue el 26 de septiembre pasado, cuando un grupo de policías locales atacó y se llevó a 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. Producto de un episodio hay tres muertos, varios heridos de gravedad, mientras los 43 muchachos siguen en calidad de desaparecidos.

Un análisis interno de la SG advierte que las tasas de asesinatos en la entidad se encuentran, en todos los casos medidos de 2006 a la fecha, por encima de la alerta definida por la Organización Mundial de Salud (OMS).

La OMS da el nivel de epidémicas a las tasas mayores a 10 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

En 2012, el nivel nacional de homicidios dolosos en México fue de 20.34 por cada 100 mil habitantes, mientras en Guerrero era de 68.17; un año después, la relación fue 16.17 contra 61.59.

Durante los primeros ocho meses de 2014 (según la compilación de Gobernación, hecha con base en datos de las procuradurías y fiscalías estatales), la incidencia delictiva del fuero común tiene un aumento, respecto al mismo periodo de 2013, de 1.67 por ciento.

El robo con violencia ha aumentado 17.48 por ciento y el homicidio doloso registra una baja de 26.45 por ciento, aunque numéricamente continúa entre los punteros (mil 29 averiguaciones previas de enero a agosto) y, por tasa, preserva la más alta a escala nacional.

Del robo común con y sin violencia el índice permanece prácticamente igual que en 2013, mientras que el secuestro bajó de 135 a 81 casos, esto es, una disminución de 40 por ciento.

Los delitos sexuales (violaciones) van al alza, a pasar de 232 a 248 casos, en la comparación temporal referida.

Por municipio, el pico de homicidios casi llega a una tasa de 150 en 2012 en Acapulco, más del doble que el nivel estatal y muy por encima del nacional.

En 2013 la medición de homicidios se colocó en 111, 67 y 54, para Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, respectivamente, las tres ciudades integradas al plan nacional de prevención del delito, dedicado a la atención de las zonas más violentas y peligrosas del país.

La principal preocupación de los guerrerenses era, hasta el año pasado, la inseguridad y el narcotráfico, seguido del desempleo, pobreza y educación. La percepción de inseguridad se encuentra por encima de los números nacionales, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2012-2013.