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El artista neoyorquino participará en el Festival La Calaca, en San Miguel de Allende

Tunick convoca a cien mujeres para que posen desnudas el Día de Muertos

Inspirado en esa tradición mexicana montará su instalación Sendero de los redimidos

 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de octubre de 2014, p. 8

El artista neoyorquino Spencer Tunick participará con la instalación Sendero de los redimidos en el Festival La Calaca, que del 30 de octubre al 2 de noviembre se desarrollará en San Miguel de Allende, Guanajuato.

La propuesta se inscribe en la programación y será mostrada en la jornada inicial.

Para la realización de Sendero de los redimidos, Tunick lanzó una convocatoria a 100 mujeres interesadas en posar desnudas.

La instalación gira en torno al Día de Muertos e incluirá cientos de flores de cempasúchil. Todavía es posible inscribirse en la página web.

Asimismo, con esa obra, el artista rinde homenaje a su abuela Helen, fallecida en 2002, quien era una mujer de amor, bondad, fortaleza, sustancia y estilo. Amaba mi arte y una de mis fotografías fue colocada dentro de su ataúd antes de su entierro, ha expresado.

Tunick se dice inspirado por la tradición de dejar un sendero de cempasúchil desde la puerta de los que se quedaron hasta la sepultura de los difuntos, de manera que los muertos puedan fácilmente encontrar su camino nuevamente a casa.

También lo inspira la idea del olor de los cempasúchil en su calidad de recordatorio para que los muertos vuelvan a la tierra para la reunión anual de Día de Muertos.

El título Sendero de los redimidos implica que el cuerpo desnudo tiene cualidades honorables y de redención que le proporcionan respeto y reverencia, a la vez que enfatizan la idea del cuerpo como un vehículo sagrado para nuestras almas.

Famoso por sus fotografías de masas humanas desnudas, Tunick explica: “Mi trabajo trata con el cuerpo reducido a su forma más pura. De allí extraigo mi energía e inspiración como artista. Conforme trabajo con el desnudo como materia y medio, éste se vuelve una visión espiritual para mí.

Sin ropa, el cuerpo se desvincula de un tiempo específico y de un lugar, así como de implicaciones sociales y económicas. Se puede ver como el vehículo terrenal del espíritu que existe antes y después de que nuestras almas habitan nuestra carne. Ese estado puro me permite ver que todos somos iguales. Así es como debemos estar conforme entramos y nos marchamos de este mundo.

Respecto de su filosofía ante el significado de la muerte, para Tunick nos han dado la capacidad de amar, lo que es nuestro principal esfuerzo y desafío mientras todos estamos sobre la Tierra. En la medida que podamos lograr esto de muchas maneras y en los muchos aspectos de nuestras vidas, entonces la muerte puede ser el final de una hermosa canción que fue nuestra vida.

En 2007, al día siguiente de su instalación masiva de desnudos en el Zócalo, Tunick realizó otra a escala más íntima en la casa de Frida Kahlo, pues se identifica con las obras de la pintora: “Hay dos en particular, Dos desnudos en el bosque y La columna rota. En ellas Frida emplea la figura desnuda y el autorretrato para explorar la vida, la muerte y la fragilidad de su propio cuerpo.

Por medio de estas pinturas expresa una reflexión sicológica de sus experiencias de vida y las heridas traumáticas que la llevaron al borde de la muerte y afectaron profundamente el resto de su vida. Me asombra su capacidad de transformar el dolor, el daño y el trauma en la autoexploración, la belleza y la muerte.

Tunick pondrá obra suya en un nicho de la pieza de arte colaborativo Pirámide de muertos, que prepara Tomás Burkey para el festival.