Opinión
Ver día anteriorMartes 28 de octubre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Recibe mal el sector financiero la relección de Dilma

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Vaivenes del petróleo

Julio Hernández López
Enrique Galván Ochoa
México SA

Deuda: ¡a temblar!

Carstens, nervioso

Capital golondrino

Ciudad Perdida

Turbiedades en el caso Iguala

Aspiraciones y perversiones tricolores

La paja en el ojo ajeno

Carlos Fernández-Vega
Miguel Ángel Velázquez
Itacate

Peats

Campo: viraje necesario
P

or tercera vez en lo que va del año, agroproductores de diversas regiones del país demandaron ayer en esta capital el cumplimiento de compromisos adquiridos por el gobierno federal en materia de política agropecuaria, especialmente en regulación del comercio de granos básicos, cuyos precios han caído en forma sostenida en mercados internacionales y en el nacional, a pesar de lo cual se mantienen en el mismo nivel o se incrementan para los consumidores finales.

Marco Buenrostro y Cristina Barros
El Correo Ilustrado

Critica postura del PRI sobre AMLO

A

nte el dolor, la impotencia y la desesperación de compañeros, familiares, compatriotas, extranjeros y muchas personas más por el asesinato y desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, los priístas, panistas, perredistas y otros políticos intentan ganar tiempo para que se olvide este agravio y sacar ventaja de la tragedia. Unos para recuperar el poder en Guerrero, otros para hacerse de él y los últimos para conservarlo. Los tricolores ya gritan: Al ladrón, al ladrón, señalando a Andrés Manuel López Obrador como presunto culpable de omisión al no hacer nada en cuanto al pasado delictivo del prófugo ex alcalde de Iguala cuando habría recibido información al respecto. Como si AMLO fuera empleado federal encargado oficial de la persecución del delito, parte de cuerpo de investigación o responsable de aplicar la justicia. Resulta patético que los priístas pidan explicaciones al tabasqueño al respecto cuando ellos mismos deben tantas y tantas explicaciones de múltiples agravios a los mexicanos. Nuestro país ya no está para aceptar tales desplantes.

El inmenso desafío
L

o vive la sociedad mexicana. Y lo tendría que enfrentar y darle un cauce, con mayor necesidad aún, el pueblo excluido. El Estado, sus instituciones, los partidos políticos, no crearon esta ultraheterogénea y brutalmente desigual sociedad mexicana, sino a la inversa. Los estados/nación no crearon a las sociedades que las gobiernan, sino al revés. Todo es obra de los hombres agrupados en asociaciones conformadas por los giros caprichosos del caleidoscopio de los siglos. Pero las sociedades con frecuencia desconocen cuáles son sus propias obras y cómo el Estado puede así, de regreso, volverse contra la sociedad misma e intentar proveer equilibrios que mantengan unida a una sociedad que no lo está, para el beneficio continuo de los beneficiados. La sociedad creó los partidos políticos que no la representan, a pesar de ser partidos (supuestos representantes de partes de la sociedad). Las sociedades han creado sus villanos, sus truhanes y sus héroes.

José Blanco
Ayotzinapa y la fuerza del normalismo rural
U

no, dos, tres, cuatro, corea la multitud sin parar hasta llegar al número 43 y exigir a voz en cuello: ¡Justicia!

La Reina Roja
H

e entrado en Palenque con la reverencia que impone la majestad de estos templos milenarios en medio de la selva que parece pronta a abatirse sobre ellos y envolverlos en su abrazo devastador al menor parpadeo. Niños y ancianos disfrazados de chamanes con collares y túnicas blancas ofrecen baratijas y botellas de agua. El agua resulta ser una mercancía de primera necesidad, porque el calor húmedo pronto te empapa la ropa, y te abrasa.

Luis Hernández Navarro
Sergio Ramírez
Hacia una convención nacional de resistencias ciudadanas
E

l país, al menos una parte sustancial, se encuentra en plena efervescencia cívica. Por vez primera en muchos años existe una protesta generalizada, vigorosa y pacífica, en todos los rincones del territorio nacional, una insurgencia civil que se mantiene, expande y multiplica. Parecería que la sociedad mexicana despierta al unísono, y que los ecos de 1968 vuelven a escucharse tras décadas de permanecer en estado latente. De nuevo es la sociedad civil la que estremece a los poderes políticos y económicos, y especialmente los jóvenes cuyo ímpetu y coraje los convierte en voceros legítimos de toda la sociedad.

Régimen en problemas
A

un en la crisis política abierta, y entre el removedero de tierra para ubicar restos humanos que pudieran pertenecer a los 43 normalistas secuestrados en Iguala por efectivos policiales y presuntos delincuentes el 26-27 de septiembre, el aparato mediático del régimen no abandonó su larga tradición de describir a los estudiantes de Aytozinapa –y de las normales rurales en general– como maleantes, alborotadores o, en el menos peor de los casos, como corderos manipulados por intereses inconfesables para crearle problemas a un gobierno transformador, moderno y laureado. Tras los asesinatos y las desapariciones, varios comentócratas se empeñaron en fabricar vínculos imaginarios entre el plantel y grupos de la delincuencia organizada y en resaltar las líneas de investigación presentadas por el procurador Jesús Murillo Karam para desviar una responsabilidad que le corresponde al Estado. Es decir, se ha buscado desde siempre, pero en forma particularmente disparatada en este último mes, construir una argumentación justificatoria o cuando menos atenuante de la barbarie; una variación del rápido responso fúnebre (en algo habrán estado metidos o “los narcos se matan entre ellos”) que aplicaba Felipe Calderón a la generalidad de las víctimas inocentes de su estrategia criminal contra la delincuencia.

Víctor M. Toledo
Pedro Miguel
Ayotzinapa y la educación superior en México
L

a manifestación realizada el pasado 22 de octubre en la ciudad de México, motivada por el asesinato de seis jóvenes y la desaparición de otros 43, todos ellos estudiantes de la normal de Ayotzinapa, en Guerrero, tuvo características especiales. Fue muy emotiva. Miles de personas (seguramente más de las 50 mil que afirman las estimaciones oficiales) marcharon de manera pacífica aunque sin ocultar su indignación ante un acto de barbarie que nos muestra lo más deplorable de la naturaleza humana. En uno de los grupos que marchaban ese día, las jovencitas provenientes de diversas escuelas rurales no cesaban de expresar su reclamo de justicia con sus vocecitas agudas que asemejaban el llanto que hoy nos invade a todos.

Éric Pérez: libro paisaje
D

e tiempo atrás veo lo que hace este pintor sin aureola (la expresión no es mía, está tomada de Cuauhtémoc Medina, pero en otro contexto). Lo más reciente observado fue en la edición 17 de la Bienal Tamayo, aunque no obtuvo ahora mención alguna. Sin embargo, aclaro que lo que me atrajo de primera mano respecto del libro Paisaje fue la forma en la que lo recibí.

Javier Flores
Teresa del Conde