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Economía Moral

Teorías y controversias sobre pobreza y persistencia del campesinado/ III

Análisis comparativo de tres teorías al respecto

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n la entrega del 17/10/14 contesté la primera de seis preguntas ahí planteadas, referida a las características diferenciales de la agricultura y la industria, así como sobre sus consecuencias en la persistencia y pobreza del campesinado. Abordo hoy tres teorías que contestan las preguntas (2 y 3) sobre por qué persiste el campesinado y por qué casi todos los campesinos son pobres: 1) estacionalidad agrícola (Boltvinik); 2) renta diferencial de la tierra (Bartra); y 3) obstáculos a la agricultura capitalista (Contreras-Mann-Dickinson).

La estacionalidad agrícola se refleja en demanda desigual de fuerza de trabajo (FdeT) durante el año. Según mi teoría, la pobreza campesina está determinada porque, en el capitalismo, los precios sólo reflejan (como costos) los salarios de los días en efecto trabajados y pagados, ya que los capitalistas no se hacen cargo de la reproducción del asalariado agrícola durante todo el año. Dado que productores campesinos independientes concurren, como tomadores de precios a los mismos mercados que las empresas capitalistas, los precios de sus productos sólo pueden remunerar los días en efecto trabajados. Es decir, el costo social de la estacionalidad es absorbido por los campesinos, que se ven forzados a vivir en pobreza permanente como proletarios estacionales errantes buscando ingresos adicionales. Pero lo dicho implica, también, que el capitalismo agrícola no puede existir en forma pura: sin la oferta estacional de la FdeT campesina; sin ella la agricultura capitalista sería imposible pues no habría (casi) nadie dispuesto a trabajar sólo durante de los periodos de siembra/cosecha. La persistencia de la agricultura campesina no sólo es funcional sino indispensable para el ser del capitalismo agrario. La simbiosis entre ambos es inevitable. Pero un campesino sólo se verá obligado a vender estacionalmente su FdeT (y estará dispuesto a venderla barato) si es pobre. Tal simbiosis tiene que ser con campesinos pobres, preparados para (y urgidos de) vender su fuerza de trabajo una parte del año. Mi teoría explica tanto la persistencia como la pobreza campesina. Si bien los capitalistas no podrían vivir sin los campesinos, éstos estarían mucho mejor sin el capital, para el cual el trabajo es un costo variable: sólo paga los días por los cuales contrata la mano de obra. En cambio, para la economía familiar campesina es un costo fijo: siempre tiene que proveer para la reproducción de toda la familia. En mercados agrícolas en los que todos los proveedores fuesen unidades familiares, los precios agrícolas reflejarían el costo anual de reproducción de la FdeT y serían, por tanto, más altos que los actuales. La causa más general de la pobreza campesina habría desparecido.

La renta diferencial explica la persistencia campesina según Armando Bartra, quien desarrolla la siguiente argumentación: a) puesto que los medios de producción principales en la agricultura son naturales (tierra, agua, clima) y finitos, el aumento de la oferta agrícola tiene que basarse en medios naturales cada vez menos productivos; b) la industria, cuyos medios básicos son producidos por el ser humano tiene una tendencia a la homogeneidad entre productores, pero en la agricultura las cosechas con rendimientos desiguales son inevitables; c) puesto que la oferta originada en tierras marginales es necesaria para evitar hambrunas, estas tierras determinarán el precio del cultivo, generando un amplio espectro de rentas diferenciales; d) estas rentas diferenciales afectarán la distribución del excedente entre ramas del capital, beneficiando a los capitalistas agrícolas y dañando a los demás; e) pero el campesino, como todo productor mercantil simple (como el artesano), tiene un precio mínimo más bajo que el capitalista para continuar produciendo (pues no requiere obtener ni la tasa media de ganancia, ni renta del suelo), y ocupando tierras marginales actúa como factor amortiguador de la renta diferencial de la tierra, disminuyéndola sustancialmente; f) esta función de los campesinos evita tasas desmesuradas de ganancia de los capitalistas agrícolas de alta productividad. Bartra acepta la idea de que los campesinos absorben el costo total de la estacionalidad en concordancia conmigo. De ahí deriva la tesis de que los campesinos están sujetos a una explotación poli-morfa: a) al absorber el costo de la estacionalidad; b) al vender su fuerza de trabajo; y c) al migrar. Para mí la explotación campesina derivada de la estacionalidad es en realidad explotación por la sociedad en su conjunto, en la forma de precios bajos de los alimentos. Su teoría es original y complementaria de la mía. Sin embargo, no prueba de manera contundente la necesidad de disminuir el monto de la renta diferencial para el desarrollo del capitalismo, ni como se impone tal necesidad.

Obstáculos al agro-capitalismo es la teoría sostenida por Susan A. Mann y James Dickinson (Obstacles to the Development of a Capitalist Agriculture, Journal of Peasant Studies, 1978), y por Ariel Contreras (Límites de la producción capitalista en la agricultura, Revista Mexicana de Sociología, 1977). La persistencia del campesinado se explicaría por obstáculos derivados de la diferencia entre tiempo de trabajo y tiempo de producción, distinción de Marx en el Libro II de El Capital, quien divide el tiempo de producción en dos periodos: uno en el cual el trabajo es aplicado a la producción y otro en el cual los bienes no terminados son dejados en manos de la influencia de procesos naturales. Notan, siguiendo a Marx, que mientras más veces rota el capital en un año, más alta será la tasa de ganancia, de lo cual, siendo innegable, no se deriva la conclusión que actividades como la agrícola con rotaciones lentas del capital, es probable que no resulten atractivas para el capital y, por tanto, sean dejadas en manos del pequeño productor. Esta conclusión no considera que, para Marx, la tasa de ganancia obtenida por el capital depende de los precios de producción y no de los valores, (Libro III de El Capital), quien señala la tendencia a la igualación de las tasas de ganancia entre ramas de la producción. Al alejarse los precios de producción de los valores para compensar las diferencias en la composición orgánica del capital para producir tal igualación, también compensan la más lenta rotación del capital. La diferencia entre tiempo de trabajo y de producción es la otra cara de la moneda de la estacionalidad agrícola como lo reconocen Mann y Dickinson al señalar que “la no identidad de los tiempos de producción y de trabajo, impone a los capitalistas un problema de reclutamiento y administración del trabajo... el capitalista tiene que atraer y mantener su fuerza ‘temporal’ de trabajo con altos salarios o depender de los miembros de la sociedad más desesperados y marginales como en el uso de trabajadores rurales migrantes”. Su punto de partida y el mío coinciden. Dicho problema de reclutamiento explica la mecanización temprana de la agricultura (Véase gráfica con datos de Lenin sobre la mecanización en Alemania a finales del siglo XIX).

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