Sociedad y Justicia
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Tras ser dada de alta, critica la nefasta dirección política

Teresa Romero elogia labor del personal de salud, capaz de obrar milagros
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Teresa Romero, auxiliar de enfermería española, agradeció en rueda de prensa a sus compañeros sanitarios, desde médicos, enfermeras, celadores y equipo de limpieza, así como el apoyo de la sociedad y de la gente que la defendió de los ataques que sufrió por parte del consejero de Sanidad, Javier RodrígiuezFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 6 de noviembre de 2014, p. 38

Madrid, 5 de noviembre.

Teresa Romero, la auxiliar de enfermería española contagiada del virus del ébola, salió este miércoles del hospital completamente curada, después de permanecer 25 días aislada. Elogió la labor de sus compañeros y advirtió que pese a la nefasta dirección política, se ha demostrado que tenemos la mejor sanidad y que son capaces de obrar milagros, y yo soy uno de ellos.

Romero, la primera persona de un país occidental que se contagió de ébola, adquirió el mortal virus cuando participó como voluntaria en la atención a dos médicos-misioneros españoles infectados en África occidental, región que ha sido golpeada por el virus para el cual no hay vacuna. Los misioneros murieron a los pocos días de su repatriación.

Romero empezó a sentir los síntomas de la enfermedad alrededor del 6 de octubre, cuando inició su periplo hospitalario, primero en el centro médico de Alcorcón –donde reside– y después en el centro improvisado para atender este tipo de enfermedades, en el Hospital Carlos III, el cual se encuentra en fase de desmantelamiento como consecuencia de los recortes al sector salud.

Durante su hospitalización los médicos pidieron a la familia de Romero que se prepararan para lo peor y hasta algunos medios de comunicación dieron la noticia de su muerte.

Tras su alta, Romero compareció en una sala de prensa improvisada del hospital para agradecer a sus compañeros sanitarios, desde los médicos, enfermeras, celadores y equipo de limpieza, así como el apoyo de la sociedad y de la gente que la defendió de los ataques que sufrió de la Comunidad de Madrid, por parte de su consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, quien la acusó de mentir y de actuar de forma irresponsable durante su trabajo sanitario, lo que pudo ser la causa de su contagio.

Romero hizo una crítica directa a los dirigentes políticos. Calificó de nefasta su actuación, al tiempo que advirtió que después de analizar y recordar los días del tratamiento a los misioneros “no sé lo que falló, ni siquiera sé si falló algo. Sólo sé que no guardo rencor ni reproches. Y si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y puedo ayudar a encontrar una vacuna o si mi sangre sirve para curar a otras, aquí estoy (...) Cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, a mi familia, a mi marido, al que adoro; yo me encontraba aislada. No tenía más contacto del exterior que el que tenía con Javier, a través del teléfono, y del cariño de los profesionales.

Ahora es tiempo para descansar y para recuperarme, relató Romero.