Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 9 de noviembre de 2014 Num: 1027

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Revueltas y el mal
José Ángel Leyva

José Revueltas o la
entereza del árbol

Elena Poniatowska

José Revueltas y la
desobediencia crítica

Enrique Héctor González

El santo hereje
Sergio Gómez Montero

José Revueltas y las
orillas de sus crónicas

Gustavo Ogarrio

El sombrero de mi abuela
Eleni Vakaló

Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Felipe Garrido

Orígenes

En el principio fue la Gran Boca, el hambre primigenia, el gaznate sin fondo, el vuelo y la caída: entrañas siempre vacías. Por eso surgieron las canciones. Para entretener el hambre. Canciones bárbaras. Canciones donde hacían falta pulmones y lengua y venas en el cuello que se saltaran al cantar más alto. Pero no fue suficiente. Porque no bastan la lengua ni los pulmones ni que se revienten las venas para dar gusto a los dioses. Hacen falta también las orejas, pues. De otra manera, para qué tanto esfuerzo. En un principio no había tiempo, según dicen. Luego alguien dijo que hacía falta Dios y enseguida hubo que dejar un lugar al tiempo, para medir la devoción. Luego vinieron el rayo, las panteras y los capulines. Lo siguiente que apareció fue el dinero, pero eso fue el principio del fin y obra enteramente del demonio. Ahora pensamos, con nostalgia, que lo primero fue una canción. Siempre hay alguien que nos corrige: lo primero es el hambre.