Las actividades de vigilancia sanitaria por parte de autoridades federales se mantienen en las comunidades afectadas por el derrame de sustancias tóxicas en los ríos Bacanuchi y Sonora.

Como parte de la segunda fase del plan de salud a cargo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Centro Nacional para la Prevención y Control de Enfermedades (Cenaprece) se analiza la calidad del agua que consume la población y continúa la búsqueda de personas que pudieran presentar daños en su salud.

Estas actividades se llevan a cabo luego de que el pasado 6 de agosto se contaminaron 17.6 kilómetros del arroyo Tinajas, 64 kilómetros del río Bacanuchi y 190 kilómetros del río Sonora con 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico y metales pesados de la mina Buena Vista del Cobre, propiedad del Grupo México.

Ayer, la Cofepris informó en un comunicado que como parte de la segunda fase de remediación, del 23 de octubre a la fecha se han aplicado 528 cuestionarios con los cuales se localizó a 37 individuos más afectados en su salud y a quienes se entregó una indemnización.

Además, se han otorgado 20 consultas médicas dermatológicas y se han impartido 34 talleres de fomento sanitario. También se han hecho 31 determinaciones de cloro residual y se revisaron los centros municipales de salud, las escuelas, tiendas y plantas de distribución de agua potable.

Estas acciones las realiza la unidad móvil que recorre el río Sonora y los pobladores de Arizpe, Bacanuchi y Banámichi. En los próximos días se dirigirá a Huépac, Aconchi, Baviácora, Ures y Hermosillo, indicó la Cofepris.

El equipo que va en la unidad se compone de 25 personas especializadas en servicios de urgencias médicas, dermatología, sicología, epidemiología y vectores. De ellas 10 son de Cofepris y viajan a bordo de la Unidad de Comando para la Seguridad en Salud (UNICOSS), un tráiler con equipo médico e insumos y cinco camionetas.