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La última página, publicada por Planeta, es la cuarta novela de Laura Martínez-Belli

Hace falta más literatura acerca de “las personas que trabajan y no son del narco

Todos estamos hechos, por igual, de memoria y olvido, dice la narradora a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Martes 18 de noviembre de 2014, p. 5

Todos estamos hechos, por igual, de memoria y olvido, dice la escritora Laura Martínez-Belli (Barcelona, 1975), quien incursiona en el tema en su más reciente novela, La última página.

Y lo hace mediante la historia de una joven mujer cuya vida compleja y desolada se entrecruza con la de un enigmático hombre mayor, con una enfermedad progresiva e irreversible, quien la contrata para que le ayude a conservar sus vivencias en un banco de recuerdos.

Esa aparentemente fácil actividad la pondrá ante circunstancias insospechadas que terminarán por confrontarla con momentos clave de su existencia y sus demonios.

Publicada por Planeta, es la cuarta novela de la narradora y docente en creación literaria, quien desde hace un decenio decidió vivir en México, país sin el cual, asegura, no sería la mujer que es ahora, ni siquiera escritora.

Estoy afincada en este país desde los puntos de vista cultural y literario. Está en mis venas, por encima de mí misma; hay una fuerza que me jala a estar aquí y es por elección, dice en entrevista.

A México le debo ser la persona que soy. Aquí me he enamorado, he sido madre, me he divorciado. Soy de México y España por igual. Soy dos mujeres y una misma persona.

Esa declaración devela el porqué tres de los cuatro libros que ha publicado, incluido La última página, tienen estrecha relación con el país, sobre todo con episodios o circunstancias específicos de su crítica historia.

Una mujer de nuestro tiempo

El primero, Por si no te vuelvo a ver, que “‘sorpresivamente” se colocó a la cabeza de los más vendidos en el país, está ambientado en torno de la Revolución Mexicana, mientras el segundo, El ladrón de cálices, tiene lugar en el convulso 1968.

La última página se desarrolla en la época actual y, de la mano de una mujer de nuestro tiempo, la autora busca adentrarnos en un tema que, a su parecer, ha sido poco abordado en la literatura nacional.

“No hay muchas novelas que hablen sobre nuestra generación. No hay novela sobre la actual clase media mexicana, o son los muy pobres o los muy ricos, pero no se ha hablado de las personas que trabajan, luchan por su vida y no son del narco. Por eso me apeteció escribir sobre eso.”

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A México le debo ser la persona que soy, expresa Laura Martínez-Belli (Barcelona, 1975), en entrevistaFoto Luis Humberto González

Para este libro, Laura Martínez-Belli eligió como protagonista a una mujer posmoderna, una treintañera egresada de la carrera de letras, cuyos apremios económicos la obligan a incursionar por vericuetos laborales hasta ser escribana de un atractivo hombre maduro empeñado en atesorar sus recuerdos.

Intenté retratar a una mujer de nuestro tiempo, como conozco muchas. Profesionalmente, muy bien preparadas; en lo personal, un desastre, con relaciones emocionales complicadas, que no les ha ido bien, que deben decidir entre la maternidad o su realización personal , explica.

Es un mundo complejo el de las mujeres de ahora, porque exigen cumplir en todas las facetas: esposa, amante, profesional, madre, y siempre desde la imposición de cierta culpabilidad. Es un tema que aparece en la novela, aunque de forma velada.

La dicotomía memoria-olvido es el tema central de La última carta, destaca Martínez-Belli, quien recalca que es un aspecto estrechamente ligado a la vida de toda persona. Somos recuerdos y olvidos, por igual. Querer olvidar es una forma de recordar, dice. También,es una novela sobre el desapego, sobre lo importante de saber soltar, no aferrarse a recuerdos ni situaciones que lastiman.

A decir de la autora, toda novela es siempre un trabajo de descubrimiento, un gozoso ejercicio de conquistar el ignoto universo que existe en la página en blanco.

Para ella, es muy importante tener siempre en cuenta al lector, por lo cual procura que su escritura sea lo más cuidada, detallada y clara posible, y que sus historias aporten contenido y forma. Estoy convencida de que un libro está hecho por el escritor y el lector.

Resalta que la más reciente es su novela más sincera, intimista, y en la que se ha sentido más libre, pues se atrevió a escribir lo que realmente deseaba.

Es un libro muy complejo, aunque resuelto de forma sencilla. Es una trama de varias historias que me exigió muy profundamente al escribirla, porque me interesaban mucho los personajes: su personalidad, su sicología.