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Tragedia desatada por salvajes, señala el premier Sharif; decreta tres días de duelo

Mata el talibán a 141 personas de una escuela del ejército en Pakistán

Tengo el corazón destrozado: Malala Yousafzai

Los terroristas muestran nuevamente su depravación: Obama

No existe fe en el mundo que justifique un acto así: David Cameron

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En Peshawar, ciudad prácticamente ingobernable, de acuerdo con un experto paquistaní en seguridad, el talibán perpetró un ataque que dejó decenas de muertos y cientos de niños heridos en un plantel escolar, en lo que Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, consideró un horroroso acto de cobardía. El gobierno de Pakistán advirtió: nos vengaremos de cada gota de sangre; la guerra contra el terrorismo continúaFoto Ap
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Familiares y compañeros acompañan el féretro con los restos de un estudiante asesinado por extremistas del talibán paquistaní en Peshawar, en un acto que recibió la condena internacionalFoto Xinhua
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Un oficial de seguridad vestido de civil acompaña a alumnos rescatados en las inmediaciones de la escuela atacada por talibanes en PakistánFoto Ap
The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de diciembre de 2014, p. 28

Peshawar.

La primera clase de Ifran Shah este martes en la Escuela Pública del Ejército, en Peshawar, era ciencias sociales. Mientras preparaba sus libros, ignoraba que su mundo estaba a punto de quedar hecho pedazos.

Estaba tomando mi lugar en mi salón cuando escuché disparos afuera. La maestra primero nos dijo que era algún taladro y que no nos preocupáramos, pero ese ruido se escuchó más cerca. Uno de mis amigos fue a abrir la ventana y al ver hacia afuera comenzó a llorar. Varios niños yacían en el suelo afuera de los salones. Todos entraron en pánico. Dos de mis compañeros salieron corriendo y les dispararon delante de nosotros.

Fue el comienzo de una matanza que duró ocho horas y en la que fueron asesinados 132 del total de los mil 92 alumnos de la escuela. Nueve miembros del personal también murieron y cientos más resultaron heridos. La pesadilla terminó al caer la noche, cuando comandos paquistaníes fueron de salón en salón para verificar que no hubiera más militantes ocultos. Nueve atacantes murieron durante la jornada; varios se hicieron estallar y así mataron a muchos estudiantes. Al final del día, de los edificios de concreto de la escuela sólo quedaban humeantes pilas de escombros.

En otro salón de la Escuela Pública del Ejército, que es sólo para varones y está en la ciudad más peligrosa de Pakistán, un adolescente identificado sólo como Khan también se preparaba para su clase cuando, según recordó más tarde, alguien nos gritó que nos echáramos al piso y nos escondiéramos debajo de los pupitres. Segundos más tarde, los alumnos estaban rodeados de hombres armados. “Exclamaron Alá akbar (Dios es grande) antes de abrir fuego. Vi un enorme par de botas negras que se dirigían hacia mí. Era un tipo que estaba cazando a los estudiantes que encontraba bajo las bancas”. Hay muchos niños escondidos debajo de los muebles, ve por ellos, le ordenó uno de los hombres a otro, recordó Khan.

La botas negras se le acercaron y Khan recibió disparos en ambas piernas, bajo las rodillas. El dolor me quemaba, explicó. Doblé mi corbata y me la metí a la boca para no gritar. El hombre de las botas seguía buscando estudiantes y cuando los encontraba los llenaba de balas. Me quedé tan quieto como pude, con los ojos cerrados, esperando a que me dispararan de nuevo. Me temblaba el cuerpo. Vi mi muerte muy cerca. Nunca olvidaré esas botas negras: eran la muerte que venía por mí.

Khan esperó que los hombres se fueran y se dio cuenta de que no podía caminar, así que se arrastró hasta el siguiente salón, donde encontró el cuerpo quemado de un directivo del colegio. Siguió arrastrándose hasta que se escondió detrás de una puerta, donde perdió el conocimiento. Cuando despertó estaba en una cama de hospital y su padre estaba a su lado.

Otro estudiante, Shahrukh Khan, de 15 años, también sufrió disparos en ambas piernas y sobrevivió escondiéndose debajo de una banca. Una de mis maestras lloraba, dijo en el hospital. Tenía un balazo en una mano y lloraba de dolor. Un terrorista se le acercó y le disparó hasta que no emitió sonido alguno. A mi alrededor estaban todos mis amigos, heridos o muertos.

Pakistán ha vivido con brotes terroristas por años, pero la escala y la sangre fría de este último ataque han resonado en todo el país.

El primer ministro, Nawaz Sharif, voló a Peshawar para vigilar la operación y declaró tres días de duelo en el país. Esta es una tragedia nacional desatada por salvajes. Que nadie tenga duda: esta lucha, esta guerra continúan. El gobierno ha comenzado una operación antiterrorista en conjunto con el ejército y ya está dando resultados. Esta operación continuará hasta que el terrorismo sea arrancado de raíz de esta tierra. Hago un llamado a la nación para que haya unidad durante esta periodo crítico. Nadie debe tener dudas sobre nuestra determinación para combatir al terrorismo. Nos vengaremos de cada gota de la sangre de estos niños.

La responsabilidad por el ataque fue rápidamente reivindicada por Tehreek e Talibán, el talibán paquistaní que tiene sus bastiones en Waziristán norte, cerca de la frontera con Afganistán, y que está bajo asedio del ejército paquistaní desde junio pasado. Desde entonces, según fuentes oficiales, al menos mil 200 presuntos militantes han muerto.

El vocero del grupo, Muhammad Umar Khorasani, señaló: Elegimos la escuela del ejército como blanco de nuestra operación porque el gobierno ataca a nuestras familias y mujeres. Queríamos que sintieran ese dolor.

El ataque comenzó a las diez de la mañana. El mayor general retirado Athar Abbas, antiguo vocero del ejército paquistaní declaró a la BBC: seis terroristas llegaron al frente de la escuela a bordo de una pequeña camioneta Suzuki. Uno de ellos salió del vehículo, fue a la reja de la escuela y ahí se hizo estallar. Los guardias de seguridad corrieron hacia él, lo que permitió que los demás hombres entraran al plantel. Se estaba celebrando una asamblea en el auditorio; era una ceremonia de despedida para los alumnos del noveno y décimo grados. Los hombres entraron al auditorio disparando y se hacían estallar.

A última hora de la jornada, fuentes oficiales paquistaníes afirmaron que fueron nueve los atacantes dentro de la escuela, y que fue después de una batalla de ocho horas cuando la policía logró matarlos a todos. Según las mismas fuentes, las fuerzas de seguridad llegaron a la escuela 15 minutos después de que los talibanes llegaron al plantel y comenzaron a asesinar a maestros y alumnos

Ahmed Rashid, experto paquistaní en seguridad, expresó: “creo que aquí hubo varios mensajes. Primero, creo que atacaron un lugar muy sensible para el ejército, pues muchos soldados y oficiales que combaten al talibán tienen a sus hijos en esa escuela. Este fue un intento de abatir la moral de los militares.

“Creo que el segundo mensaje fue dirigido a Malala (Yousafzai). Recordemos que Malala ha sido celebrada en todo el mundo y que fueron los talibanes quienes le dispararon, y ella hace campaña por el derecho a la educación para todos. El talibán se opone férreamente a su visión sobre la educación. Por eso mandaron un mensaje muy fuerte que parece aseverar: ‘no nos gusta su sistema escolar y queremos un sistema de educación islámico’.

“Y el tercero es que Peshawar se ha vuelto una ciudad prácticamente ingobernable. El terrorismo es rampante. Sabemos que hay células del talibán dentro de la ciudad que las autoridades no han podido destruir; por lo tanto, pueden atacar cualquier lugar que les plazca.

Los talibanes dispararon a Malala Yousafzai, de 17 años, en la cabeza, en 2012. En reacción al ataque de este martes la joven declaró: tengo el corazón destrozado por este acto de terror sin sentido y a sangre fría en Peshawar. Condeno estos actos atroces y cobardes, y manifiesto mi apoyo al gobierno y las fuerzas armadas paquistaníes cuyos esfuerzos para responder a estos actos horrendos son encomiables. Junto con millones de personas en todo el mundo, lamento la muerte de estos niños; mis hermanos y hermanas, pero nunca nos derrotarán.

Pakistán se encuentra bajo inmensa presión, particularmente de Estados Unidos, para confrontar al enemigo en ese territorio. Esta presión aumentó después de que se postergó muchas veces un asalto de envergadura contra el talibán en junio pasado. Dos semanas después de ataques aéreos sobre bastiones talibanes en los alrededores de Miranshah, la capital de Waziristán norte, hubo devastadores ataques de artillería y tanques que comenzaron en julio. Medio millón de civiles huyeron de la región durante la ofensiva.

Al atacar a estudiantes y alumnos en un acto espantoso, los terroristas nuevamente muestran su depravación, declaró el presidente estadunidense, Barack Obama. Estamos con el pueblo de Pakistán y reiteramos el compromiso de Estados Unidos de apoyar al gobierno paquistaní en sus esfuerzos por combatir al terrorismo y a los extremistas, agregó.

El primer ministro británico, David Cameron, señaló: la escala de lo que ocurrió en Pakistán simplemente desafía toda realidad. Es un día muy, muy oscuro para la humanidad cuando algo de esta dimensión ocurre. No existe sistema de fe en el mundo que justifique un acto así. Creo que lo que esto demuestra es la amenaza sobre el mundo entero que implica esta ideología venenosa del extremismo terrorista islámico.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el ataque talibán y aseveró: es un acto horroroso y de cobardía atacar niños indefensos mientras estudian. Ningún agravio puede justificar esta brutalidad ni excusar este horror.

La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, afirmó que se trata de un crimen contra la educación y la inocencia, cometido en el lugar en que los niños acuden a diario para abrir sus mentes.

A la condena internacional se unieron por separado India, China, la Unión Europea, Francia y Brasil, entre otros.

Tehreek e Taliban se formó a consecuencia del sitio a una mezquita en Islamabad, la capital de Pakistán, en 2007, que comenzó con un asalto sangriento del ejército. Trece grupos militantes se unieron para crear la nueva formación cuyos objetivos eran oponerse al Estado palestino, imponer la sharia (ley islámica), y un plan para unirse y combatir a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, si bien la gran mayoría de sus ataques han ocurrido en territorio paquistaní.

Al igual que el talibán afgano original, los miembros de el grupo paquistaní son predominantemente pashtunes y sus raíces están en las fieramente independientes áreas tribales tradicionalmente ocupadas por esta comunidad, en las tierras sin ley de la frontera paquistaní-afgana.

Sin embargo, Tehreek e Taliban no está directamente afiliado al talibán afgano. El año pasado la agrupación sufrió no sólo los embates de la campaña del ejército paquistaní, sino también una serie de divisiones internas. Tras la muerte de dos de sus primeros líderes, su actual jefe es Maulana Fazullah, conocido como Maulana Radio debido a sus transmisiones radiales nocturnas desde el valle de Swat, la misma región donde vivían Malala Yousafzai y su familia. La región también fue un importante bastión del talibán paquistaní hasta que fue brutalmente expulsado de ahí por el ejército en 2011.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca