Los derechos de las personas migrantes se están pisoteando en todo el planeta, en una situación en la que algunas de las personas más vulnerables del mundo sufren explotación económica, discriminación y racismo en varios países, señaló Amnistía Internacional (AI) con motivo del Día Internacional del Migrante.

Los responsables de tomar las decisiones políticas deben mostrar una actitud de liderazgo y garantizar que se protegen los derechos humanos de las personas migrantes, en lugar de asestar golpes bajos mediante tácticas alarmistas, subrayó Sherif Elsayed-Ali, director del trabajo sobre personas refugiadas y migrantes de Amnistía Internacional.

Las personas migrantes sin recursos económicos son los perfectos chivos expiatorios políticos: no tienen dinero, influencia ni voto. Por tanto, si eres un gobierno cuyas políticas están fallando a la gente, puedes culpar de todo a la migración, subrayó.

Un ejemplo de los abusos a los que son sometidos los migrantes, indicó AI, es que en Estados Unidos ha ocurrido un fuerte incremento del uso de la detención como mecanismo de control de la migración, lo cual ha dado lugar a una serie de violaciones de derechos humanos.

Más de 350 mil hombres, mujeres, niños y niñas son detenidos por las autoridades migratorias estadunidenses cada año. Los migrantes pueden permanecer detenidos durante meses o años sin que se aplique forma alguna de revisión judicial a su detención, lo cual viola las normas internacionales de derechos humanos. Las condiciones de reclusión también violan las normas tanto estadunidenses como internacionales.

AI ha documentado problemas generalizados, como uso inadecuado y excesivo de dispositivos de inmovilización y un acceso inadecuado a atención médica, incluida la de salud mental. Muchas personas tienen acceso limitado o inexistente a su familia y a asistencia jurídica y de otro tipo durante su detención.

Entre octubre de 2013 y julio de 2014, en Estados Unidos se detuvo al menos a 52 mil 193 menores migrantes no acompañados, casi el doble que durante los 12 meses anteriores.

El gobierno estadunidense calculaba que para final de noviembre de 2014 la cifra de menores detenidos no acompañados podía superar 90 mil en los estados fronterizos.