El aumento a los salarios mínimos para 2015, que se dará a conocer la próxima semana y que será de 4.3 a 4.6 por ciento, no resolverá en nada la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y prolongará la agonía económica de quienes perciben el sueldo más bajo, a la vez que se buscará poner como techo este porcentaje para las revisiones contractuales del siguiente año.

Dirigentes sindicales de diversas corrientes indicaron que el sector laboral iniciará el próximo año de nueva cuenta con incrementos salariales castigados, con pocas perspectivas de mejoría en los ingresos reales.

El líder de la Alianza de Tranviarios de México, Benito Bahena, quien encabeza una revisión salarial de su gremio, indicó que la fijación del incremento de los mínimos en los mismos porcentajes que la inflación son una presión para las negociaciones contractuales, ya que automáticamente se fija un techo para todas las demás revisiones.

El secretario general del sindicato de Telefonistas, Francisco Hernández Juárez, expuso que si bien el Gobierno del Distrito Federal plantea un aumento de 14 por ciento, el federal ofrece 4 por ciento, y esto va a contribuir a incrementar el malestar de la población, sobre todo con el clima social y político que hay en el país.