Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 4 de enero de 2015 Num: 1035

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Narrativa venezolana:
más de un siglo

Venezuela, el libro y
la dimensión humana

Luis Tovar

Venezuela, ocho
décadas de poesía

El nombre de Venezuela
Leandro Arellano

Atenas, llama cuyo
color es azul

Nikos Karouzos

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
@JornadaSemanal
La Jornada Semanal

 

Luis Tovar
Twitter: @luistovars

Des-balance 2014 (II Y ÚLTIMA)

De acuerdo con la Canacine, las películas mexicanas más vistas en el recién concluido 2014 fueron, en ese orden, las siguientes: La dictadura perfecta, 4 millones 125 mil 726 espectadores; Cásese quien pueda, 4’090,731; Cantinflas, 2’820,690; La leyenda de las momias de Guanajuato, 2’296,153; ¿Qué le dijiste a dios?, 1’689,381; El crimen del cácaro Gumaro, 1’493,338; Más negro que la noche, 1’434,712; Guten Tag, Ramón, 1’254,447; Amor de mis amores, 604,524, y finalmente Obediencia perfecta, con 597 mil 570 asistentes.

Lo anterior significa un total de 20 millones 407 mil 272 personas que pagaron un boleto de sala comercial para ver alguno de los diez filmes mexicanos más exitosos, que cotejados con los poco más de 253 millones 100 mil boletos vendidos en dichas salas representan, según las cuentas de este ponepuntos, apenas el 8.06 por ciento y no el 9.5 de proporción de taquilla que reporta Canacine, para un diferencial de 1.44, que podrá parecer una nimiedad en términos porcentuales pero que, en los hechos, significa 3 millones 644 mil 640 espectadores –apenas un millón más de quienes fueron a ver, todas juntas, Obediencia perfecta, Amor de mis amores y El crimen del cácaro Gumaro.

Esos poco más de 3 millones y medio remanentes son los que pagaron boleto para asistir a alguna otra película mexicana de las que no alcanzaron lugar en el listado de las diez más vistas.

Desde una perspectiva genérica, puede afirmarse que al espectador mexicano lo que sigue pareciéndole más digno de ser visto –o de lo que con mayor facilidad se le convence mediáticamente—, cuando se trata de cine nacional, es comedia ya sea negra como La dictadura perfecta; romántica como Cásese quien pueda, ¿Qué le dijiste a dios? y Amor de mis amores; satírica como El crimen del cácaro…; o bien filmes de terror pero en refrito, que eso es Más negro que la noche; biografías de celebridades –ahí está Cantinflas–, animación infantil –La leyenda…–, y en último lugar un drama que, no casualmente y en opinión de este juntapalabras, es notablemente mejor que las anteriores nueve: Obediencia perfecta.

Marginal y lo que le sigue

Salvo el filme animado de corte infantil La leyenda de las momias de Guanajuato, en este espacio se dijo algo, ya fuese mucho o poco, de las nueve restantes, así como de unas veintitantas más, entre las que se cuentan –citadas aquí sin orden particular– Los bañistas, La fórmula del doctor Funes, Pánico 5 Bravo, Las horas contigo, Seguir viviendo, Workers, Viento aparte, Ilusión Nacional, La jaula de oro, Preludios, Las horas muertas, Huérfanos, Paraíso, A los ojos, La vida después, Somos Mari Pepa, El charro misterioso (El más buscado), En La Estancia y Navajazo.

Tal como puede verse, la manifiesta marginalidad que parece signar este espacio crítico cinematográfico se corresponde con la que sufren filmes como los aquí abordados: faltaría por mencionar poco más o menos otra veintena de cintas mexicanas exhibidas en 2014, que sumadas a las anteriores da un total aproximado de cuarenta películas, mismas que se repartieron aquellos 3 millones 600 mil y pico espectadores, para un promedio por película apenas superior a los 90 mil asistentes, es decir menos del veinte por ciento de quienes fueron a ver Obediencia perfecta o, para acabar de entender la incontestable marginalidad, un fabuloso 0.03 por ciento, para cada una de esas cuarenta películas, del total de personas que fueron al cine el año pasado.

Algunas de las películas arriba referidas no fueron estrenadas en cartelera comercial, si bien tuvieron alguna función en festivales, salas de arte o cineclubes, mientras otras sí gozaron –es un decir– de una campaña de lanzamiento y promoción, así como de un espacio en salas de asistencia masiva. Quedan aún en el tintero, por cierto, filmes más que dignos e interesantes a los que ningún distribuidor ha querido voltear a ver todavía, como González, La tirisia, Familia gang, Carmín tropical y Güeros, a las que ojalá acompañe mejor suerte que la corrida por sus pares en 2014.

El problema es que ya están por empezar su invasión palomitera los que Canacine, inercial y avaladora de tendencias nefastas, denomina “principales estrenos” para 2015, por ejemplo Jurassic Park 4, Minions Project, The Hunger Games: Mockingjay Part 2, Kung Fu Panda 3 y Star Wars Episode VII.

Ergo, en términos de industria cinematográfica, como se dijo al principio de esta entrega, la novedad es que tampoco este año hay novedad.