Opinión
Ver día anteriorMartes 13 de enero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Amole

L

as vajillas y utensilios de cocina hechos de arcilla, piedra, madera y otros materiales, que usaron nuestros antepasados, nos llevan a reflexionar sobre cómo los lavaban, pues no existían pastillas de jabón elaborados con grasas animales, semejantes a las que se usan hoy; éstas vinieron de Europa. Muchos recordamos, e incluso se sigue usando, esa fibra que, al remojarse, produce una espuma con que se lava la ropa fina, en especial la de lana, y también los pisos. Se conoce como shishi o xixi, y se extrae de una agavácea cuya raíz se utiliza con los mismos fines y que, de acuerdo con Francisco Santamaría, se llama lechuguilla o amole. Este último vocablo es el genérico para jabón o limpiador en náhuatl.

Adrián Portilla, en un interesante documento preparado para la revista del Museo Comunitario Tetezontlilco, muestra la manera en que se desfibran actualmente las pencas de maguey llamado teometl, esto es, maguey divino, en la zona de Tizayuca, Hidalgo. Ahí mismo da una fórmula para preparar un jabón líquido con ella. A tres litros de agua se agrega un cuarto de kilo de fibra de xixi; se remoja en agua fría de 20 a 30 minutos, se hierve luego por 15 minutos y se deja enfriar. Se guarda en botellas y puede durar hasta dos meses.

Uno de nuestros lectores, Alejandro Rivera Lozoya, estudiante de la Facultad de Biología en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, nos hace llegar gentilmente sus reflexiones acerca de la necesidad de generar detergentes que no contaminen el ambiente, similares a los que usaron los antiguos mexicanos. Al revisar el libro Tintorería mexicana, del reconocido especialista Raúl Pontón Zúñiga, se enteró del uso de otra planta para esos fines. Se trata de la jabonera o mazorquilla; Phytolaca icosandra en la clasificación de Linneo. De acuerdo con Pontón, los brotes de la planta, sobre todo los frutos cuando aún no maduran, se usan como desengrasantes de la lana, en cabello humano y para la ropa. Se machacan muy bien agregando agua tibia, colando luego para retirar los restos. La planta abunda, según ha observado Alejandro Rivera, en el Pedregal de San Ángel; la sustancia que se obtiene es verde y debe usarse el mismo día, si no, se descompone. Con ella se lavan textiles; si se diluye un poco más, se pueden lavar trastes, pues corta la grasa.

En varios lugares de Veracruz, como Xalapa, se usa con los mismos fines la jabonera o nacashanil (Anagallis arvensis). Esta planta, que crece en los bosques de pino y otros ecosistemas, se usa también como jabón, según el Diccionario enciclopédico veracruzano.