I

Cuando el monte aparece claro
todo en mí es claridad.

Cuando aparece oscuro,
la oscuridad se apodera de mí.

Miro en todas direcciones
y no siento preferencia alguna.

La mente no nacida
nada sabe de luz ni oscuridad.

II

¿Qué importa la estación?
¿Qué más da el día, el mes o el año?

Me recuesto y reposo
a mis anchas esperando el sueño.

Y no me vengan ahora
con que el artista no trabaja...

La cumbre nevada del Monte Fuji
es la más bella de mis realizaciones.

III

Ilimitado y libre es el cielo.
Ilimitado y libre el Monte Fuji.

Tanta sabiduría hay en la luna llena
como en una noche de nubes.

La cima aparece de pronto
blanquísima ante nuestros ojos.

Ha nevado, nieva o va a nevar.
¿Cuál es la diferencia?

IV

Toda montaña
necesita tener faldas
para tener una cima;

Toda montaña
necesita tener cima
para tener faldas.

Pero sólo en las faldas
prospera la vida.

V

Baja siempre, siempre,
de las cumbres nevadas de la sabiduría
a los verdes valles de la estupidez.

Esto lo comprendió
con absoluta claridad
Katsushika Hokusai
casi dos siglos antes
que Ludwig Wittgenstein.