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El nuevo programa incluye modificar currícula de prescolar a bachillerato

Reducir embarazo de adolescentes exige educación sexual integral

La estrategia de la SEP no se ha difundido de manera amplia, destaca la presidenta de Conapo

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Debe considerar enfoque de género, derechos sexuales y reproductivos, prevención de la violencia en el noviazgo, así como capacitación de los maestros, señaló Gabriela RodríguezFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de enero de 2015, p. 35

La voluntad política que muestra el gobierno federal para reducir a la mitad los embarazos adolescentes en los próximos 15 años no servirá si el nuevo programa nacional carece de la educación sexual integral que se requiere desde prescolar hasta bachillerato. Aunque la estrategia educativa existe y en reunión privada se presentó a finales de 2014 a representantes de las secretarías de Educación Pública de los estados y organizaciones civiles, llamó la atención la ausencia del secretario Emilio Chauyffet en el acto oficial de Los Pinos, el viernes pasado.

Gabriela Rodríguez, presidenta del Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población del Consejo Nacional de Población (Conapo), comentó que la estrategia de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la cual no se ha difundido de manera amplia, incluye modificar la currícula escolar en todos los niveles y modalidades educativas (incluidos bachilleratos).

También considera el enfoque de género, los derechos sexuales y reproductivos, prevención de la violencia en el noviazgo, así como la necesaria capacitación de los maestros.

Llegar sólo a los adolescentes no permite alcanzar la meta planteada por el presidente Enrique Peña Nieto de bajar a la mitad la elevada cantidad de embarazos en ese sector. Las acciones de educación y los esfuerzos por retenerlos en las aulas deben realizarse desde el jardín de niños y de manera continuada en los años escolares subsecuentes.

Estas medidas representan la mejor estrategia para abatir el problema, incluso entre aquellos que señalan su deseo de convertirse en padres a edades tempranas, afirmó Rodríguez también directora de la organización civil Afluentes.

Según las cifras oficiales del total de embarazos que se registran cada año en México, en promedio 19.4 por ciento son de mujeres menores de 19 años de edad, aunque en algunas entidades el fenómeno representa 30 por ciento.

José Aguilar Gil, presidente de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex) y miembro del Consejo Consultivo, resaltó que el mayor atraso se da en el ámbito educativo, a pesar del compromiso adquirido por el país en la Declaración Ministerial Prevenir con Educación de 2008.

En el documento los ministros de salud y educación de América Latina se comprometieron a reducir las brechas en educación sexual integral y en el acceso a los servicios de salud para los adolescentes. Este año se deben presentar los resultados de ese trabajo.

México podrá reportar pedazos de avances, señaló Aguilar, porque aún no hay un cambio de los programas educativos, sino sólo algunos esfuerzos en seis entidades para incluir una materia específica en el primer grado de secundaria.

Ambos activistas, con larga trayectoria en el tema, reconocieron que la nueva estrategia del gobierno muestra una voluntad política que no se vio en las pasadas dos décadas. Lo que sigue, señalaron, es concretar el programa con acciones e inversión económica.

Del programa, que consta de ocho ejes rectores y 90 líneas de acción, destacaron la visión progresista mostrada por Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Gabriela Rodríguez, especialista en capacitación docente, aseguró que en 30 años no han sido actualizados los temas de derechos sexuales y reproductivos. Así que, además de los cambios en los planes de estudio, son indispensables cursos formales, al menos para profesores de educación cívica y ética y ciencias naturales.