El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, advirtió que se aplicará todo el peso de la ley a quienes resulten responsables de la explosión ocurrida ayer por la mañana en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, que dejó un saldo preliminar de tres personas fallecidas –una enfermera y dos menores–, 72 lesionadas, de las cuales 14 se reportan como graves, que son siete adultos y nueve niños.

Vamos a buscar que todo lo que es la reparación del daño se cumpla, y ello implica tanto a los lesionados, a las víctimas mortales, como los daños materiales, remarcó.

Puntualizó que el mando en las tareas de rescate y atención de las personas afectadas está a cargo, de manera directa, de su administración, aunque agradeció el apoyo del Ejército y la Policía Federal –que acudieron a la zona del siniestro–, así como a funcionarios federales, y las muestras de apoyo de los gobernadores y el mensaje de solidaridad del Papa Francisco.

Mancera dijo que recibió llamadas del presidente Enrique Peña Nieto, así como de gobiernos estatales y empresas para ofrecer su apoyo, aunque dejó en claro que su gobierno tiene toda la capacidad de respuesta y atención.

Nosotros tenemos, obviamente, el mando y un módulo establecido en el sitio para atender en especial a las víctimas. Esa es nuestra prioridad. La ciudad de México está consternada con este hecho. Nos duele profundamente ver personas lesionadas y que hayan perdido la vida, señaló.

Por la tarde noche, en la segunda conferencia del día, el mandatario capitalino informó que visitó a algunas de las personas heridas que se encuentran en el hospital ABC, acompañado por el presidente Enrique Peña Nieto.

Detalló que en el recorrido escucharon los testimonios de las personas afectadas por la explosión y cómo algunas de mujeres abrazaron a sus hijos para protegerlos.

Los bebés y ellas están bien; serán dadas de alta probablemente en el transcurso de algunas horas. También visitamos a otros bebés que están en terapia intensiva; hay uno que presenta quemaduras de consideración, pero ya fue estabilizado, así como otros dos bebés, explicó.

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, durante la conferencia de prensa en la zona siniestrada del Hospital Materno Infantil de CuajimalpaFoto Yazmín Ortega Cortés

Confió en que en el transcurso de las próximas horas un número importante de personas sean dadas de alta, mientras los demás, conforme vayan evolucionando, podrán abandonar el nosocomio. En tanto, 17 se reportan con lesiones graves.

Comentó que habló con Peña Nieto sobre la posibilidad de que el gobierno federal aporte fondos para la reconstrucción del hospital.

Manifestó que la Secretaría de Protección Civil continuará haciendo estudios en las viviendas aledañas al nosocomio, en las dos escuelas y en el mercado para corroborar que no tengan afectación. Anunció que en tanto no se concluya con los peritajes, no habrá clases.

Mancera dijo que más de mil personas laboran en la remoción de los escombros de manera manual, donde se considera que pudiera haber personas, y con máquinas donde se tiene la seguridad de que éstas pueden operar.

Anunció que la instrucción a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal es que realice una sobrevigilancia en la zona durante todo el desarrollo de los trabajos. Con el jefe delegacional de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava se está haciendo una evaluación y un inventario de los posibles daños en los predios aledaños.

La orden a los titulares de las secretarías de Desarrollo Social, Rosa Icela Rodríguez, y de Gobierno, Héctor Serrano, fue que brinden apoyo e información permanente a los vecinos de Cuajimalpa y familiares de las personas afectadas.

Por lo pronto, la PGJDF recaba las declaraciones de los probables imputados, así como de posibles testigos, agregó.

Mancera estimó que la explosión colapsó al menos 70 por ciento la estructura del hospital.

En un principio se dijo que había colapsado aproximadamente 30 por ciento del edificio, después de la verificación que hicimos, puedo decir que cuando menos 70 por ciento del inmueble está (parcialmente) colapsado; se mantienen en pie muros, paredes y algunas columnas de acero y revestidas. Pero la otra parte sí está totalmente colapsada.