Un avance de por lo menos 80 por ciento se ha logrado en el retiro de los escombros del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, a tres días de la explosión de una pipa gas en el momento que abastecía al nosocomio, aseguraron autoridades delegacionales.

Ayer al mediodía, en la zona que ocupa el hospital se pudo observar que se mantiene en pie el área de oficinas, mientras que los trabajadores comenzaron a retirar, con el apoyo de trascabos, las estructuras pertenecientes a la zona de cuneros; en tanto que el área restante luce ya despejada de escombros.

El director de Obras y Desarrollo Urbano de la delegación Cuajimalpa, Iván Ramírez, consideró que a este ritmo el próximo lunes por la noche se podrían concluir estas labores, en las que participan de manera conjunta con el gobierno central.

En entrevista, explicó que peritos de Protección Civil realizan una evaluación a la escuela secundaria 211 Antonio Castro Lea, un kínder y el mercado, que se encuentran en la parte trasera del nosocomio colapsado.

Lo que se observa en las escuelas son sólo afectaciones menores; la secundaria y el kínder tienen cristales rotos. No hay daño estructural, pero todavía no se ha definido el regreso a clases, porque depende de que se concluyan los trabajos del retiro de escombros y del peritaje en el mercado, apuntó.

Sobre el centro de abasto, el funcionario precisó que el ala poniente está colapsada, lo que ha afectado también a la techumbre, pero aún falta valorar si procede la demolición. En tanto, abundó, se determinó indemnizar a los poco más de 100 locatarios y después se evaluará alguna reubicación temporal, según lo que proceda, porque en estos momentos no hay condiciones para ello.

En la zona siniestrada, de acuerdo con Héctor Méndez, presidente de la Brigada Topos Azteca, sólo se mantiene personal del gobierno central y delegacional.

El Ejército, la Marina, la Gendamería y otros grupos de voluntarios que llegaron ya se retiraron. Están los operadores de las máquinas, los cortadores, que tienen que separar algunas piezas de metal con soplete, y gente que brinda apoyo manual para mantener el área limpia.

También se encuentran trabajadores del DIF y de la Secretaría de Desarrollo Social, que todos los días traen alimentos y bebidas al personal. Dentro del caos que representa un colapso de este tipo se ha trabajado bien, consideró el brigadista, quien comentó que se mantendrán en el lugar hasta que concluyan los labores de remoción de escombros.