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Tragedia en Cuajimalpa
Niño de 11 años salva a bebé y se vuelve celebridad
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Jonathan se convirtió en el entrevistado favorito de los medios de comunicación, pero afirma que prefiere jugar futbol en el patio de su humilde viviendaFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de febrero de 2015, p. 22

Con apenas 11 años de edad, Jonathan Tobón se convirtió en uno de los rescatistas más sobresalientes, al participar en el salvamento de un bebé, tras la explosión de una pipa de gas en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa. Gracias a su acción es una celebridad en los medios de comunicación nacionales y extranjeros.

Su altruismo fue objeto de reconocimientos. La brigada de Topos Azteca lo adoptó como parte de su grupo y el DIF del Gobierno del Distrito Federal le otorgó una ayuda económica y le prometió una vivienda para él y su familia.

Ha sido tal la cantidad de entrevistas que confiesa que ya se cansó de su espontánea fama y que prefiere jugar futbol con su hermano menor Diego y con su mejor amigo Marvin en el patio de su casa, ubicada junto a una ladera.

Su madre Valeria, de 29 años, comenta que lo más difícil ha sido atender a las televisoras. Es que le dicen, haber repite lo que dijiste, pero más despacito, voltea hacia allá y luego camina hacia nosotros.

Hasta su humilde vivienda, ubicada a unos metros del hospital, han llegado medios de Nueva York y Miami, Estados Unidos, del Distrito Federal y de otras entidades del país, para conocer su hazaña.

El día de la explosión, relata, estaba dormido. Tronó y nos fuimos todos. La familia completa ayudó a sacar escombros; mi tío salvó a un bebé y a una enfermera con el brazo roto. Yo ayudé a un paramédico con otro bebé en brazos, no sabía por dónde pasar, iba corriendo y se cayó. Le dije por donde salir.

Después, agrega, ya no me metí hasta el fondo, me puse en fila india con la demás gente para sacar los escombros. Nos íbamos pasando cosas, de todo.

Vestido con su camiseta naranja de Topos, cuenta que sentía tristeza por los niños y lo que más lo impresionó fue ver a una de las enfermeras heridas. Estaba llena de polvo y sangre, con su brazo colgando, eso fue lo más impresionante que vi y no se puede olvidar, refiere.

Jonathan es el mayor de los tres hijos de Valeria, mamá soltera, que sobrevive de la elaboración y venta de tortillas de harina en el pueblo de Contadero.