Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 1 de febrero de 2015 Num: 1039

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Volcanes grises en el
Museo León Trotsky

Verónica Volkow

Una semblanza
de Silvio Zavala

Enrique Florescano

El brindis del proemio
Orlando Ortiz

Los últimos surrealistas
Lauri García Dueñas entrevista con Ludwing Zeller y Susana Wald

Juan Goytisolo
a la intemperie

Adolfo Castañón

Juan Goytisolo:
literatura nómada
a contracorriente

Xabier F. Coronado

El eterno retorno
del sol

Norma Ávila Jiménez

Un cuaderno de 1944
Takis Sinópoulos

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Verónica Volkow

Se presenta en el Museo León Trotsky Bajo el volcán, exposición e instalación, que lleva una tradicional exposición de pinturas de fuerte carga lírica al lenguaje contemporáneo de la instalación. Christin Couture es la pintora de estas ígneas y a veces sombrías imágenes del Popocatépetl y William Hosie diseña, con un gran gusto por el geometrismo, instalaciones limpísimas, subrayando valores ocultos dentro de la obra, escenificando en la tercera dimensión muchos de sus contenidos. Los dos artistas estadunidenses trabajan en conjunto –y en ocasiones telepáticamente, señalan–, “combinando iconos figurativos con adiciones de componentes coloridos y construcciones que exploran la dinámica visual del espacio”, como dicen en sus propias palabras. Es una instalación que integra tecnología de punta, pues Couture, desde su estudio en Massachussets, va siguiendo las imágenes que minuto a minuto, las veinticuatro horas del día, toma el Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) de la actividad del Popocatépetl. Con base en fotografías del gran volcán humeante elabora desde hace ya varios años sus pinturas y obras gráficas.

El símbolo del volcán ha fascinado no sólo artistas mexicanos como el Dr. Atl y José María Velasco, sino que de manera particular cautiva a los viajeros extranjeros que visitan México y los países latinos, como si éste convocara todo lo que les resulta fascinante a la vez que terrorífico de estas latitudes. El irruptivo monumento geológico pareciera compendiar prosopopéyicamente un temperamento social, ajeno a la frialdad y gusto por el control de la gente del norte, más un violento e irruptivo destino histórico en la que están también ellos involucrados como actores políticos poseedores de tecnologías y economías poderosas. Contamos no sólo la famosa novela de Malcolm Lowry, Bajo el volcán, que coincidió con la estancia de León Trostky en México (1936-1940), sino también con la poesía de Emily Dickinson, que Couture gusta integrar a sus instalaciones.

Los poemas de Emily Dickinson, nos dice Couture, “indican peligro, rebeldía, un ardiente núcleo de subterráneas emociones bajo una superficie quieta, también erotismo y aluden al propio acto creativo en sí mismo, al unir de la mano la creación y la destrucción”. Este carácter ígneo bajo una piel en apariencia tranquila genera una tensión oximorónica muy interesante en las exposiciones-instalaciones de Couture-Hosie, donde el geometrismo de Hosie balancea poderosamente el temperamento onírico transgresivo de la obra de Couture. Esta tensión diálogica con Hosie amplía el espectro connotativo de las pinturas volcánicas de Couture, llevándolas a espectros connotativos más vastos.

Finalmente es el contexto el que acaba por dar significación a una obra. Habría que poner un especial énfasis en este momento, no sólo en la carga erótica de los volcanes, que ha estado siempre presente en la obra de la poetisa y de la pintora, sino particularmente en la resonancia política que ha tenido el volcán en la novelística estadunidense de la Guerra civil, como símbolo de incontenibles tensiones sociales. Nos señala Eleanor Jones Harvey que a pesar de la gran documentación fotográfica de campos de batalla durante la Guerra civil estadunidense, hubo pocas pinturas que explicitaran el tema, quedando, sin embargo, el sentimiento “de tensión y turbulencia, expresada por los cielos y el paisaje”. Mas adelante agrega: “Los fenómenos meteorológicos fueron una metáfora común para aprehender la violencia e incertidumbre provocadas por la guerra.”

No pasó desapercibida esta potencialidad expresiva del paisaje volcánico para Couture y Hosie, pues como protesta a las inenarrables inmolaciones humanas que estamos llorando los mexicanos, deliberadamente optaron por imágenes en grises y atmósferas nocturnas. Estos volcanes sumergidos en capas y capas de inquietante sombra acompañan nuestro duelo. En el Museo León Trosky estos volcanes se vuelven símbolo del terror indecible, que tan ubicuamente se ha venido destapando y que con su envoltura de oscuridad, resulta más amenazador aún que una catastrófica invasión de lava.