Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Mensual  Director: Iván Restrepo
Edición: Laura Angulo   3 de febrero de 2015
Número Especial

Presentación

El aprovechamiento sostenible de los mares figura entre los retos más urgentes de la comunidad internacional. En diversos foros se ha planteado la necesidad de realizar esfuerzos comunes a fin de aprovechar los recursos que se encuentran en el también llamado planeta azul y en las áreas costeras. Estas últimas son altamente valoradas como sitios donde se realizan las más diversas actividades vinculadas, lo mismo con los asentamientos humanos, los puertos, las plantas de generación de energía, la extracción, almacenamiento y traslado de hidrocarburos y la producción agropecuaria, que con las actividades pesqueras o el turismo. Además, encierran una enorme riqueza fundamental para la alimentación y el empleo de cientos de millones de familias. No menos importante es el papel que cumplen como hábitat y refugio de numerosas especies. Sin embargo, todas estas actividades pueden verse afectadas e incluso perdidas debido a la contaminación y a los efectos indeseables ocasionados por el cambio climático.

Todos estos asuntos adquieren una gran relevancia en el caso del Golfo de México y el Caribe mexicano. El primero es compartido por nuestro país, Estados Unidos y Cuba. En su litoral se encuentran lo mismo sitios clave de las actividades petroleras y petroquímicas, así como de las relacionadas con la pesca, el comercio y servicios diversos. Igualmente es asiento de numerosos centros urbanos del más diverso tamaño.

Por lo que hace al Caribe mexicano, baste señalar que es el punto de atracción más importante del turismo internacional. Cancún y la Riviera Maya captan cerca del 40 por ciento de las divisas obtenidas por dicha actividad. Pero además, en la región se localizan los arrecifes de coral más importantes del planeta, solo superados por los de la barrera australiana. A lo que se agrega la belleza única de su paisaje.

También los mares del mundo encierran una incalculable riqueza biológica. Es de tal magnitud e importancia que los estados que integran las Naciones Unidas recientemente se comprometieron a elaborar un tratado “vinculante” para la protección y uso sostenible de la biodiversidad en las aguas que quedan fuera de la jurisdicción de cada país.

Se trata de las ubicadas más allá de las 200 millas marinas desde la línea de costa de cada Estado. Hoy lo que impera allí es la anarquía total, la ley del Oeste. Cada país y cada empresa interesada en los recursos biológicos del mar hace lo que le viene en gana.

Ahora la ONU deberá elaborar el futuro tratado internacional sobre protección de la biodiversidad marina.

Una forma de evitar, por ejemplo, que entes privados se apoderen y patenten nuevos materiales genéticos procedentes de mar y se adueñen de ellos. El tratado también deberá establecer herramientas que permitan fijar “áreas marinas protegidas”, una reglamentación sobre las evaluaciones de impacto ambiental, a la par que regular la transferencia de tecnología marina.

En este número de La Jornada Ecológica precisamente un grupo de especialistas analizan los asuntos más importantes relacionados con los recursos naturales que existen en el Golfo de México y el Caribe Mexicano.

Insisten en la necesidad de lograr mayor conocimiento de ellos y establecer las políticas que lleven a su utilización racional, en el largo plazo y en beneficio de la población.

Uno de los intrumentos para lograr esos y otros objetivos es la unión académica de diversas instituciones de educación superior y de investigación, ubicadas tanto en los seis estados mexicanos con costa en el Golfo y el Caribe, como de Estados Unidos y Cuba. A dicha unión se le dio el nombre de Consorcio de Instituciones de Investigación Marina del Golfo de México y del Caribe. De sus logros y desafíos se da cuenta en este suplemento.

Deseamos agradecer al maestro Porfirio Alvarez-Torres su apoyo para coordinar los trabajos que se incluyen en este número. Y no en menor grado, a cada uno de los autores.

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