¿Cómo no desobedecer la petición del secretario de Gobierno de Chiapas de no publicar una nota sobre el secuestro de un líder camionero y, al mismo tiempo, no mostrar miedo ni faltar al deber periodístico?

Fue el dilema al que se enfrentaron una noche de 1985 los directores del periódico Tiempo, de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Concepción Villafuerte y Amando Avendaño (fallecido en 2004).

Ello luego de que éste último fue invitado por un par de judiciales armados a dejar su casa para hablar con dicho funcionario público, quien incluso le endilgó un par de billetes para que no olvidara el encargo del gobernador.

La solución para ambos periodistas fue quitar la noticia de la página principal, publicar el periódico con ese espacio en blanco y agregar una aclaración de que ese vacío se debía a que el mandatario estatal no había querido que se publicara una nota, que por favor no hubiera preguntas.

Treinta años después Concepción refirió Villafuerte esta anécdota para demostrar que hacer buen periodismo en Chiapas nunca ha sido fácil.

La comunicadora fue una de las participantes en el acto en el que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la conclusión del rescate y la compilación del archivo hemerográfico de ese legendario medio impreso chiapaneco, que entre otros aspectos dio a conocer al mundo el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en 1994, y se distinguió, además, por haber registrado los antecedentes de ese movimiento indígena.

La tarea fue realizada por un equipo del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC-UNAM), que encabeza el etnólogo José del Val Blanco, y de cuya coordinación se encargó el antropólogo e investigador Miguel Ángel Rubio.

Fue un proceso que requirió casi cuatro años, de abril de 2011 a noviembre de 2014, dividido en dos etapas. La primera, explicó el especialista, consistió en rescatar, estabilizar y depurar de tal archivo 17 mil 500 ejemplares, tanto de Tiempo, como de los periódicos Hoy y La Foja Coleta –editados todos por esa familia de periodistas–, para trasladarlos a la ciudad de México.

Ya en esta capital, agregó, la segunda fase implicó la organización del material, correspondiente a los 30 años que se mantuvo en circulación el periódico, de 1968 a 1999, lo cual se hizo de manera cronológica y, de forma posterior, fue encuadernado, para su conservación.

Este archivo histórico, destacó Miguel Ángel Rubio, será integrado al acervo de la Hemeroteca de la UNAM para que pueda ser consultado no sólo por los investigadores y la comunidad académica y estudiantil de la máxima casa de estudios y el país, sino por todas aquellas personas en el mundo interesadas en la situación de Chiapas y su historia reciente, así como en el movimiento zapatista.

Durante el acto se anunció una tercera etapa, la cual tiene que ver con la catalogación y la digitalización de ese importante acervo, el cual –según el periodista José Reveles– puso al periódico Tiempo, a Chiapas, a México, pero sobre todo a la causa indígena del país en el ombligo del mundo durante la segunda mitad de la década de los 90 del siglo pasado.

En la presentación de este trabajo participaron José de Val, los periodistas Elio Henríquez y José Reveles, los investigadores Miguel Ángel Rubio y Nemesio Rodríguez, así como Concepción Villafuerte.