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Federales ingresaron de madrugada a cuartel para expulsar a estatales y requisar 3 mil 500 armas

Desalojo fallido de policías paristas en Oaxaca deja 23 heridos y 8 retenidos

Agentes atrincherados repelieron la agresión; los de la PF huyeron al verse superados en número

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Un policía federal retenido por agentes estatales es conducido por sus compañeros, luego que la PF intentó desalojar el cuartel ubicado en Santa María Coyotepec, OaxacaFoto Jorge A. Pérez Alfonso
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Elementos del Ejército llegaron al cuartel de la Policía Estatal para requisar 3 mil 500 armasFoto Jorge A. Pérez Alfonso
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 14 de febrero de 2015, p. 26

Santa María Coyotepec, Oax.

La Policía Federal (PF) incursionó la madrugada de este viernes en el cuartel de la policía estatal con la intención de requisar las 3 mil 500 armas que se encuentran en poder de unos 2 mil agentes locales, en paro desde el pasado 30 de enero, pero sólo provocó un enfrentamiento que dejó un saldo de 23 heridos y ocho retenidos de ambas partes, mismos que más tarde fueron intercambiados, informó Jeyco Pérez Morales, vocero de los paristas.

Un total de 230 agentes federales asignados al estado de Guerrero fueron trasladados en dos aviones tipo Boeing al aeropuerto de Santa Cruz Xoxocotlán, municipio conurbado a la capital de Oaxaca, al cual arribaron a las 3 de la madrugada. Allí les entregaron armas largas, entre ellas ametralladoras ligeras M60E4, y luego los trasladaron al cuartel con la orden de desalojar a los paristas y tomar posesión de las instalaciones policiacas ubicadas en la alcaldía de Santa María Coyotepec.

Un federal explicó que sus mandos les dijeron que se trataba de policías municipales y no estatales y que eran menos de 250.

Tras someter a quienes hacían la guardia en el cuartel, los federales ingresaron a los dormitorios y tras detener a ocho estatales, entre ellos a Isis Vásquez López, de la comisión negociadora, los paristas los repelieron. Al verse superados, los de la PF huyeron pero dejaron abandonadas 13 armas largas y una pistola Glock 9 mm, las cuales fueron entregadas a la PF más tarde. Tres federales fueron retenidos y desarmados.

De los ocho estatales detenidos, uno resultó con una costilla rota y otro con una lesión en la columna. Este último fue entregado en una camilla a técnicos en urgencias médicas de la Cruz Roja. En total fueron 23 heridos de la policía estatal, entre ellos uno con un disparo en el pie izquierdo y otro con traumatismo craneoencefálico. El cuartel fue acondicionado como enfermería.

Los federales, acompañados por agentes de la Policía Estatal de Investigación, pertenecientes a la Procuraduría General de Justicia del Estado, se agruparon a 200 metros del cuartel, vigilados de lejos por los policías oaxaqueños armados con palos, piedras y gases lacrimógenos. Pobladores de Coyotepec acudieron en su apoyo con una camioneta en la que llevaban más palos.

Tras una negociación entre las partes, los retenidos fueron liberados y los 230 federales fueron llevados al hangar del gobierno del estado; únicamente permanecieron fuera del cuartel algunos mandos para recibir las armas largas y la pistola que les retuvieron.

Entraron disparando

Los federales entraron disparando y golpeando, los 23 lesionadas permanecieron en el cuartel hasta las 17 horas, cuando fueron atendidos por paramédicos de la clínica privada Saber Urgencias, pero luego de la intervención de Enrique Galileo Ceballos, comisionado general de la PF, fueron trasladados al hospital uno de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social, indicó Pérez Morales.

El vocero responsabilizó de lo ocurrido al gobernador Gabino Cué Monteagudo y al ombudsman local, Arturo Peimbert Calvo, quien estuvo en el cuartel hasta las dos de la madrugada de este viernes y se retiró tras asegurar que ya tenía buena respuesta del Ejecutivo, poco antes del ingreso de la PF.

Por la tarde arribaron elementos del Ejército Mexicano pertenecientes a la 28 Zona Militar con la intención de requisar las más de 3 mil 500 armas, pero los estatales sólo permitieron que fueran selladas en la armería ante notario público. Al cierre de esta edición este proceso no se había completado, pues la comisión negociadora continuaba en pláticas con el comisionado de la PF Galileo Ceballos, Alberto Vargas Varela, secretario de Administración, y Jorge Ruiz, subsecretario Regional de Operación de la Secretaría de Gobierno.

Pérez Morales reiteró sus peticiones de aumento salarial para llegar a los 9 mil 300 pesos –que Alberto Esteva Salinas, antes de renunciar como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, dijo que ganaban–, dotación de uniformes y creación de una ley de pensiones, pues hay elementos con más de 40 años en la fuerza que no se pueden jubilar, pues no tendrían otra forma de obtener ingresos para mantenerse.