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Guerrillero y luchador social junto con Rubén Jaramillo

Murió Félix Serdán, ejemplo de la resistencia campesina en 1942

El subcomandante Marcos lo nombró mayor insurgente del EZLN

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El guerrillero jaramillista en el comedor de su casa, durante una entrevista con La Jornada, el 31 de enero de 2002Foto Carlos Ramos Mamahua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de febrero de 2015, p. 13

Cuernavaca, Mor.

Félix Serdán Nájera –guerrillero jaramillista y mayor insurgente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)– murió en la pobreza, pero con dignidad como vivió y luchó contra la violencia que los gobiernos han ejercido contra el pueblo.

Serdán Nájera defendió a ejidatarios y pequeños productores. Junto a Rubén Jaramillo fue ejemplo de la resistencia campesina que comenzó en 1942 con una huelga en el ingenio azucarero de Zacatepec, cuando obreros y campesinos se unieron para exigir respeto a sus derechos.

El pasado 19 de enero, Félix Serdán cumplió 98 años de edad. Este domingo, alrededor de la una de la madrugada, el brazo derecho de Rubén Jaramillo falleció; padecía una afectación cardiaca, informó su hijo Josué Serdán Leyva.

En las más recientes pláticas entre Josué y Félix, éste lamentaba y le daba mucho coraje que los gobiernos federal, estatal o municipales, por medio de los policías o militares, criminalizaran la lucha social.

Siempre se opuso a las injusticias, le indignaban; siempre criticó la corrupción, y era muy claro para decirlo, ya que él no tenía miedo a nada porque había estado en la lucha armada, recordó Serdán Leyva.

No confiaba en los políticos; decía que las autoridades habían pervertido la política y convertido en politiquería, agregó.

Relató que la de su padre fue una vida de lucha social y que después de que en 1962 elementos del Ejército asesinaron a Rubén Jaramillo y su familia, en la zona arqueológica de Xochicalco, vivió en la clandestinidad para no ser apresado o asesinado.

Félix Serdán estudió sólo la primaria, pero como sabía leer y escribir fue nombrado maestro de la comunidad de Valle de Vázquez, municipio de Tlaquiltenango.

Después llegó a ser jefe de sector. También trabajó de obrero en el ingenio azucarero Emiliano Zapata, de Zacatepec, y fue ejidatario, pero dejó todo por la lucha social.

Josué subrayó que uno de los mayores legados que le dejó su padre es que les inculcó valores, como la honestidad, lealtad, y luchar por sus derechos, ya que él veía la lucha armada como un mal necesario para que el pueblo se defienda de las injusticias contra los campesinos y obreros.

El subcomandante Marcos otorgó a Félix Serdán Nájera el nombramiento de mayor insurgente del EZLN. El guerrillero creó el Instituto Cultural Rubén Jaramillo, ubicado al lado de su casa. Ahí fueron velados sus restos. La tarde de este lunes será sepultado en el panteón municipal de Jojutla.

“En la voz de uno de quienes le sobrevivieron escuché: ‘Si Dios nos trae al mundo desnudos, sin ser dueños de nada ni de nadie, ¿por qué alguien puede ser dueño de la tierra o del agua y mandar sobre otros? Todos somos iguales a los ojos de Dios’”, se lee en el prólogo del libro Don Félix Serdán Nájera, zapatista de los de antes y de los de ahora.