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México SA

Fisco mata empleo

Menos empleadores

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Tienda minorista en el Mercado JuárezFoto José Carlo González
C

uando menos una de las reformas peñanietistas ya ha dado resultados. Se trata de la fiscal, que entre sus gracias provocó, tan sólo en 2014, la desaparición de 220 mil 190 patrones, es decir, el mismo número de generadores de empleo o empleadores en el país. Ese número representa una caída cercana a 10 por ciento con respecto a 2013, de acuerdo con el Inegi.

Así, más impuestos se ha traducido en menos empleadores (cierre de unidades económicas) y, consecuentemente, menor cantidad de empleos, mayor deterioro de los indicadores ocupacionales y precarización laboral. Entre esos patrones que dejaron de serlo, lo mismo del sector formal que informal, 80 por ciento son hombres y el porcentaje restante equivale a 412 mil 691 mujeres; además, el sector económico donde más se redujo el número de empleadores fue el de comercio y servicios, seguido de la industria y las actividades agropecuarias. En México, 98 por ciento de las unidades económicas son micro y pequeñas, y generan alrededor de 70 por ciento de los empleos (La Jornada, Susana González).

El mayor descenso del número de empleadores se dio apenas inició 2014, cuando entró en vigor la reforma fiscal con nuevos impuestos y la reducción en las deducciones que podían hacer las empresas. De acuerdo con la información citada, los tres primeros meses de la reforma fiscal coincidieron con la desaparición de 171 mil 593 patrones, 7.8 por ciento menos que cuando concluyó 2013, y que puede atribuirse al cierre de empresas o a que el patrón sencillamente dejó de tener tal estatus porque despidió o se quedó sin personal y siguió operando solo con su negocio como trabajador independiente.

De por sí es insuficiente la generación de empleo y la reforma fiscal llegó a darle un empujón. En este contexto, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que las condiciones del mercado laboral han empeorado, y muestra de ello es que los mexicanos en edad y condición de laborar que obtienen un ingreso mayor a cinco salarios mínimos apenas representa 7 por ciento del personal ocupado, y recuerda que el sector informal se compone de casi 29 millones de personas.

El CIEN destaca que para que las personas tengan acceso a una mejor calidad de vida es necesario que cuenten con una fuente de trabajo bien remunerada. Sin embargo, la calidad del empleo en nuestro país ha ido empeorando a lo largo de los últimos años. Prueba de ello se aprecia en las cifras más recientes publicadas en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) las cuales mostraron que las condiciones del mercado laboral mexicano continúan deteriorándose.

En este sentido, apunta el centro de investigación, si bien hubo una reducción en el número de personas desocupadas durante el último trimestre de 2014 con respecto al mismo periodo de 2013 (-5.8 por ciento), se debe considerar que parte de este decremento se dio como resultado de una caída en la población económicamente activa (PEA) de 0.5 por ciento; incluso la cantidad de personas ocupadas fue inferior a las que había en el cuarto trimestre de 2013 (121 mil 801 menos dentro del personal ocupado de la PEA).

En cuanto a la duración de la jornada laboral, se presentó una disminución de 312 mil 618 personas entre las que laboraban hasta 34 horas a la semana, en tanto que el personal que trabaja hasta 48 horas aumentó en 338 mil 744 personas. Con un incremento en la jornada de trabajo se podría esperar un aumento en las percepciones salariales; sin embargo, tal escenario parece no ocurrir en la realidad nacional.

Al revisar al personal ocupado por nivel de ingresos se observa que aquellos que ganan hasta tres salarios mínimos aumentaron 988 mil 679, mientras los que perciben más de tres salarios mínimos disminuyeron un millón 64 mil 5125. Dicha situación permite concluir que la fuerza laboral obtiene una remuneración menor, incluso cuando se incrementa su jornada de trabajo. De esta forma, casi 70 por ciento del personal ocupado obtiene hasta tres salarios mínimos (casi 30 millones) y sólo alrededor de 7 por ciento gana más de cinco (3.28 millones).

Otro aspecto relevante a considerar son las prestaciones laborales, donde una de las más importantes es el acceso a las instituciones de salud. Las cifras más recientes indican que se presentó un incremento de 1.2 por ciento en el número de personas que accedieron a dicha prestación (211 mil 312 trabajadores); no obstante, sólo 18.27 millones cuentan con acceso a una institución de salud, mientras alrededor de 32 millones de trabajadores carecen de ello. Por su parte, considerando sólo a los trabajadores subordinados y remunerados, alrededor de 60 por ciento recibe prestaciones laborales, mientras el resto no cuenta con estos derechos.

En lo que respecta a la informalidad, se presentó una reducción de 1.4 por ciento (cerca de 410 mil que abandonaron ese sector). Sin embargo, el número de personas que se encuentran en dicha condición asciende a casi 29 millones, es decir, 58 por ciento de la población ocupada. Mientras no se presente una mejora significativa en los esfuerzos por reducir el sector informal, será complicado alcanzar una mayor competitividad a nivel internacional y, desde luego, mayor bienestar social.

De esta forma, puntualiza el CIEN, es necesario intensificar los esfuerzos para combatir la precariedad que se acentúa en el mercado laboral nacional. En los próximos días se dará a conocer el índice de la tendencia laboral de la pobreza (ITLP) para el cuarto trimestre del año pasado. De acuerdo con los resultados de la ENOE, es muy probable que el ITLP continúe al alza, es decir, que cada vez menos personas puedan acceder a una canasta alimentaria con sus ingresos laborales. Es por esto que se vuelve indispensable el mejoramiento de las condiciones laborales, pues no es suficiente generar empleos. Las fuentes de trabajo deben otorgar remuneraciones salariales suficientes, así como prestaciones mínimas que garanticen a los trabajadores no sólo la satisfacción de sus necesidades básicas, sino también una mejor calidad de vida.

Las rebanadas del pastel

El ministro del año y pensador global ha pasado de lo patético a lo ridículo: en 2014 el crecimiento de la economía registró su menor nivel en 25 años, y Luis Videgaray celebra que lo importante es que se está acelerando el crecimiento.

Twitter: @cafevega