Acapulco, Gro.

Entre gritos para demandarle la liberación de presos políticos, el gobernador interino, Rogelio Ortega Martínez, fue recibido por miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop) en Salsipuedes, localidad de los bienes comunales de Cacahuatepec, donde autoridades estatales y pobladores firmaron la tarde de ayer un convenio para promover la reconciliación en esa área rural de Acapulco.

Ortega reveló que existe una mano que mece la cuna, en alusión a la presunta injerencia del ex mandatario Ángel Aguirre, quien dejó una herencia maldita.

Los campesinos pidieron al gobierno estatal intervenir para que se libere a Marco Suástegui Muñoz, vocero del Cecop, preso desde el pasado 17 de junio en un penal de alta seguridad en Nayarit, y a María de la Cruz Dorantes, interna en el penal de Acapulco.

En el acuerdo el gobierno dice que se detendrá el hostigamiento y la represión contra quienes defienden sus tierras y no se avalarán convocatorias para asambleas ejidales que decidan el futuro de las parcelas que serían inundadas si se construye la presa La Parota.

Algunos de los asistentes acusaron a Aguirre Rivero de ordenar el encarcelamiento de Marco Suástegui y advirtieron al candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Guerrero, Luis Walton Aburto, que no le permitirán hacer campaña en los bienes comunales de Cacahuatepec.

Asimismo denunciaron acoso de la policía, el Ejército y la Marina y pidieron que se cancelen las órdenes de aprehensión contra cuatro autoridades comunales por exigir ayuda para desazolvar la comunidad tras el paso de la tormenta Manuel, en septiembre de 2013.

Ortega Martínez llamó Marco Antonio Suástegui luchador social y se comprometió a traerlo de regreso a Cacahuatepec.