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Sara Escobar, egresada de maestría del CUEC, presenta documental

Lamentable, que el Ejército sea tema tabú a estas alturas
Foto
Fotograma de Causar alta
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2015, p. a13

La realizadora Sara Escobar es una de las dos primeras egresadas de la maestría en cine documental del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), grado que alcanzó con el trabajo Causar alta, en el que aborda el tema de gran cantidad de jóvenes que ingresan al Ejército como única opción ante la falta de oportunidades de trabajo.

En entrevista con La Jornada, Sara Escobar habló sobre el origen de este trabajo: “En la segunda mitad del sexenio de Calderón era fotorreportera en un periódico. Eran muy comunes las actividades de prensa con el Ejército y me llamó mucho la atención que hubiera muchos jóvenes trabajando en esa institución. Honestamente, no entendía cómo alguien podía decidir trabajar en un ambiente como ese; más aún en un contexto como el que ha vivido el país recientemente.

Círculo de pobreza y altas

El sistema en que habitamos genera pobreza, razón principal por la que los mexicanos ingresan como tropa a un ejército que, precisamente, defiende ese sistema. Es decir, se da un ciclo en el que las dinámicas de este país generan más y más gente que no tiene de otra que causar alta, más allá de su ideología o su vocación.

Escobar agregó: Antes de ingresar a la maestría, como ya sabía que quería realizar el proyecto, empecé a grabar algunas cosas cuando me era posible. Posteriormente, realicé el proyecto y aclaré lo que quería conseguir. Hubo un coronel que me apoyó durante la investigación y en alguna de las pláticas con él y con uno de los generales entrevistados surgió algo sobre San Juan Guichicovi, Oaxaca. Más adelante, revisando las notas de esas pláticas se me ocurrió buscar más sobre ese pueblo, y fue así como encontré el alto porcentaje de habitantes de esa zona que se dedican al Ejército o al trabajo en la policía.

Dice la joven realizadora de Causar alta: “Este documental es un documental solidario, pues la maestría busca que, a diferencia de las carreras de cine en las que los estudiantes tienen prácticamente todo en el aspecto técnico para hacer su trabajo, los alumnos busquemos cómo producirlo. Obviamente, en este país esto es sumamente complicado, así que este documental se hizo con aproximadamente 40 mil pesos, que juntamos a través de la plataforma de Indiegogo, un carro que nos prestaron, equipo nuestro o prestado por distintas personas y un proceso de posproducción en el que todos trabajaron gratis, por el simple hecho de que creían en lo que estábamos haciendo. Eso fue sumamente valioso, pues después de Causar alta me queda claro que hacer esto no es ni barato ni sencillo; que requiere un gran esfuerzo no sólo mental sino emocional, pero afortunadamente hubo gente que decidió entrarle y esforzarse. A cambio, yo hice una tabla de porcentajes de lo que cada quien hubiera puesto o ganado, de modo que si llegamos a obtener algo de dinero se reparta de forma equitativa entre todos los que participamos”.

Los comentarios que ha provocado Causar alta, informa Escobar, han sido muy variados. En México ha sido mucho más complicado; me imagino que por el mismo tema. Es lamentable que a estas alturas hablar del Ejército siga siendo algo un tabú, un tema intocable. Recibió el premio José Rovirosa a mejor documental estudiantil 2014 y estará en abril en una de las salas del Centro Cultural Universitario. Posteriormente buscaremos distribuirlo mediante DVD, pues creemos que es la vía más adecuada para que sea visto, a pesar de que el tema del que habla no sea agradable para ciertos grupos.

El significado para Escobar de ser una de las dos primeras egresadas de la maestría en cine documental del CUEC es una gran responsabilidad. Primero, porque tener el privilegio de estudiar una maestría en un país como éste implica una deuda enorme con la sociedad. Segundo, porque el documental es un espacio maravilloso para plantear todo aquello que nos mueve de lo que sucede en nuestra realidad, y que exista un espacio dedicado a este género y en el que además se demuestre que personas provenientes de distintas profesiones somos capaces de hacer trabajos dignos, me parece muy bueno.

Por otro lado la cineasta dijo que cursar la maestría era un anhelo. “Tuve la oportunidad de trabajar mi proyecto a lo largo de dos años con maestros que admiraba y que además eran muy distintos entre sí, por lo que era muy enriquecedor. Creo que hacer documentales implica un proceso de aprendizaje enorme, no sólo respecto del tema, sino a uno mismo. Para mí, trabajar este proyecto fue trabajar también una parte de mí que nunca volverá a ser la misma: reflexionar mucho sobre los alcances éticos que tendría lo puesto en pantalla, entender la responsabilidad que me confería que todos esos seres humanos que continúan su vida cuando acaba la película me estuvieran compartiendo un pedazo de sí mismos… Soy muy afortunada de haber vivido un proceso así”.