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Nosotros ya no somos los mismos

Tela que cortar en candidaturas delegacionales del PRD

Mensaje papal

Rodada de Altura

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El sábado 7 de marzo, mujeres con zapatos de tacón participaron sobre Paseo de la Reforma en un paseo ciclista denominado Rodada de Altura, para conmemorar el Día Internacional de la MujerFoto Ap
A

hora sí que debo darme por sentido: en la pasada colaboración me referí a los candidatos perredistas en tres delegaciones y, por error mío, señalé que eran cuatro. Nadie me hizo el favor de corregirme. No puedo sino suponer que la densidad de la multitud va menguando o que a esas alturas de la columneta ya ni caso me hacen. Menos mal que yo se la leo obligadamente a toda persona que me visita de lunes a viernes. Estos son los que, con toda propiedad, se llaman lectores cautivos.

Pero sigamos: Tláhuac. En un partido de izquierda el respeto a la igualdad de género está fuera de toda discusión. Si en Iztacalco la aguerrida compañera Elizabeth Mateos está denodadamente luchando por hacer delegado a su pareja Carlos Estrada, resulta totalmente explicable que en Tláhuac doña Marisela Alamilla herede los bártulos, los fueros y los business a la suya, don Gilberto Ensástiga, sobre todo porque la experiencia es un valor que no debe ser menospreciado: el camarada Ensástiga ya fue delegado. Dentro de tres años ese argumento tendrá que ser validado igualmente en favor de la señora Alamilla. A menos, claro, que ya tengan un vástago a quien puedan heredar esa modesta heredad.

En Gustavo A. Madero, a fin de terminar con las multitudinarias manifestaciones y la toma de calles y espacios públicos que han estado realizando los habitantes de esta populosa delegación, para exigir que quienes los gobiernen o representen sigan siendo miembros, como actualmente sucede, de la Liga de la Justicia (adultos, preguntar a menores sobre el particular), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) decidió postular a la señora delegada como candidata a una diputación y, como prueba de su militancia y responsabilidad partidaria, le impuso a su señor esposo, don Víctor Hugo Lobo, la pesada carga de dar feliz término a todos los ambiciosos proyectos concebidos por doña Nora Arias para la comunidad de Gustavo A. Madero. Perdón, ¿dije anteriormente que don Hugo ya fue delegado? Le entregó la estafeta a doña Nora, la que ahora se la regresa en cumplimiento del viejo adagio Pagar es corresponder. (Véase La posesión, de 1950, película de Julio Bracho, con Miroslava y Pedro Infante).

Cuauhtémoc: Alejandro Fernández, titular en esta circunscripción, aceptó cambiar de nómina (de delegado a asambleísta), siempre y cuando quedara en su lugar un amigo de todas sus confianzas, que le garantizara, a cabalidad, el cumplimiento de los compromisos por él contraídos. Preocupación muy explicable teniendo en cuenta que su prestigio y buen nombre estaban en juego. Ahora que, por seguridad, lo mejor sería que él ocupara un sitial idóneo para poder enmendar errores y desviaciones. ¿Qué tal un cómodo lugarcito en la asamblea? Y como lo que es parejo no es chipotudo, el PRD compensa a los ciudadanos: toma a un diputado federal y, abracadabra, lo convierte en delegado. No tengo referencias del diputado Valentín Maldonado pero si, como dicen, es un paniaguado de Mauricio Toledo, no hay duda que Coyoacán está salado y se le vienen encima otros años de vacas flacas, que para consuelo de los coyoacanenses serán sólo tres y no siete, como los que sufrieron en la delegación Egipto allá por el siglo XlV a. C. (véase el capítulo 41 del Génesis).

Para seguir con este referente histórico, digamos que para los vecinos de Coyoacán Mauricio Toledo es la suma de las siete plagas de Egipto juntas. Violaciones sistemáticas y redituables al uso del suelo, la inseguridad, la anarquía en el comercio, el drenaje, los baches, las banquetas, la iluminación. En fin, el equipamiento urbano, si no es negocio, no es preocupación de la autoridad. En cambio, el ejercicio delicuencial del cargo es permanente y de amplio espectro: en sus cochupos y territorios no se ponía el sol. Sean inmuebles como el de la calle de Céfiro 120, en la colonia Insurgentes Cuicuilco, la reapertura de gasolinerías al margen de la ley, el cohecho calificado o hasta la jugosa comisión de representante artístico que le dejó la contratación de Aleks Syntek, el Tigre Toledo, que tiene más manchas y rayas que uno de Bengala, no tiene giro aborrecido. En unos cuantos meses se presentaron contra Toledo cerca de 10 denuncias por cohecho, amenazas y extorsión. Se comprobó la denuncia de que cobraba un religioso diezmo (el que a la Iglesia sirve de la delegación tiene que vivir) a algunos de los funcionarios que incorporaba a su nómina. Un ejemplo: Darío Lorrando fue designado titular de la coordinación de modernización de la delegación; al cobro de su primer sueldo se le hizo saber que le sería retenido 10 por ciento para solventar las actividades políticas del señor Toledo, inversión muy redituable que a todo el equipo convenía. Larrondo se negó y al día siguiente devoraba los anuncios de ofertas de empleo de todos los diarios capitalinos. La denuncia presentada es la FCY/coy-2/722072/14-11.

Eduardo Ramírez Vallejo, su secretario particular, fue el conducto para solicitar al señor Manuel da Costa una modesta colaboración de 3 millones de pesos para autorizar la apertura de su gasolinería en Escuela Naval. Descubierto el cohecho, sobre don Eduardo cayó todo el peso de la ley (y se calló todo lo referente al delegado Toledo). Al pobre Eduardo le aplicaron una norma jurídica que ya conocemos: artículo 323 de la Ley de hilados y tejidos que a la letra dice: el hilo se rompe por lo más delgado.

Cuando don Mauricio comenzaba a asombrar no sólo a la delegación, sino a la inmensa capital con sus trapacerías, asistí a una cena en Coyoacán. Otra invitada, después de hacer un relato del comportamiento cotidiano del delegado (hagan de cuenta un maratón de Tarantino), comentó: Eso nos pasa por aceptar tanto refugiado, como este chileno. Yo salté y, con todo el comedimiento posible, le hice ver que no había, racionalmente, una relación de causalidad entre la nacionalidad, el estatus migratorio de esa persona y su vocación depredadora. Ya empezaba yo un rollo de pronóstico, cuando un tercer invitado intervino afortunada y sabiamente: doña Fulana, tiene usted toda la razón y se queda corta sobre el historial del delegado Toledo. Pero le aclaro que éste es mexicano por nacimiento, el chileno es su padre, don Nelson Toledo, que se asiló en nuestro país huyendo del criminal y traidor Augusto Pinochet. Oportuno pellizco en el muslo izquierdo me retiró de una discusión que la anfitriona, mi amiga, no tenía por qué padecer. Lamento, eso sí, que las fechorías del hijo recaigan sobre un hombre que, si tuvo que abandonar su solar nativo, sus familiares, amigos, vivencias y proyectos por su lealtad a principios, ideas y sueños, merece respeto y solidaridad. Seguramente, como el maestro José Gaos lo definió, es más que un desterrado (horrible y doloroso calificativo); un trasterrado es el que, al verse obligado a salir de su patria, se establece en otra que le es afín y en la que llega a sentirse empatriado. José Gaos, rector de la Universidad de Madrid, formó en México una pléyade de filósofos y humanistas que han dado a nuestra Universidad Nacional el lugar de honor que en el mundo se le reconoce.

Sobre los candidatos y los partidos hay todavía mucha tela que cortar aunque ésta, en su mayoría, sea lycra, poliéster, rayón o cabeza de indio. Tenemos tiempo de decir cosas antes de que los partidos cometan estropicios que durarán lo menos tres años o mucho más, ya ven ustedes que la obnubilación o los galopantes intereses ahora predican que la democracia reclama la relección de legisladores y alcaldes. Pongamos, por hoy, puntos suspensivos a este desagradable tópico y la consabida palabrita… continuará.

Hoy domingo, que doy mate a la columneta, me topo con algunas informaciones que deseaba comentar hace ocho días en el denominado Día Internacional de la Mujer, pero como se me atravesó don Francisco y, pese a que mis activos millonarios en indulgencias plenarias (o sea, mi fast track al Edén) no las superan ni don Carlos ni don Bill juntos, no quise correr los riesgos y le di prioridad al mensaje papal que, por cierto, me ocasionó un diluvio de tuits a favor, en contra o todo lo contrario. Afortunadamente, éstos fueron mayoría.

Dos maravillosas manifestaciones se llevaron a cabo: el sábado 7, cientos de mujeres en bicicleta y con altos tacones realizaron por Paseo de la Reforma un hermoso, alegre, echado pa’delante recorrido, proclamando su derecho a la igualdad, el respeto y la libertad. Si supiera andar con tacones y montar en bicicleta, las hubiera acompañado. En Culiacán se celebró, por iguales razones, la Marcha de las Putas. También de esto hablaremos y de mis paisanos laguneros, tan sensibles y emotivos ellos que, cada vez que el Santos pierde un partido, hacen que la violencia y las agresiones contra las compañeras aumente tan sólo en 30 por ciento.

Twitter: @ortiztejeda