Opinión
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México SA

Cae producción petrolera

Los retos del ministro

Videgaray: que siempre sí

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El secretario Luis VidegarayFoto Cortesía de la Secretaría de Hacienda
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on ganas de combatir la falsa visión que pregona un delicado futuro económico mexicano, ayer el siempre esclarecedor ministro del año divulgó dos noticias: la buena, que para las finanzas públicas el reto en realidad no es 2015; la mala, que realmente el reto importante ocurre en 2016 y en adelante, en un entorno de bajos precios del petróleo, el cual, subrayó, no es transitorio.

Entonces, en este 2015 de recortes presupuestales, devaluación, constante reducción en la estimación de crecimiento económico y con la burbuja social a punto de estallar por la falta de resultados gubernamentales, los mexicanos deben estar tranquilos, porque han sido informados por el siempre exacto Luis Videgaray de que el reto es para el siguiente año y en adelante. Entonces, ¡cómo se pondrá 2016!

Tal vez lo mejor del caso es que el ministro ha mejorado, pues ya registra que el desplome de los precios petroleros es real y contundente, y finalmente reconoce que es de baja probabilidad que veamos una pronta recuperación del precio de petróleo de exportación en las próximas semanas, o incluso en los próximos años, tantos como tres, de acuerdo con los especialistas en la materia.

Entonces, como 2015 no es el reto y siempre que las cosas caminen más o menos bien, las finanzas públicas se mantendrán al borde de un ataque de nervios, toda vez que los precios petroleros comenzarían a repuntar allá por el año 2018, es decir, cuando el actual inquilino de Los Pinos haga maletas y cambie de domicilio (tal vez a la Casa Blanca de Las Lomas o a otra más grandota y bonita, también por cortesía de Higa).

Por cierto, el personaje de la residencia oficial ve la tormenta y no se hinca, pues repite que gracias a la reforma energética México está mejor preparado como nación para hacerle frente a lo que llamó coyuntura desafiante (léase el desplome de los precios petroleros). Y el coro corrió a cargo del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien presumió, por obra y gracia de la reforma, una producción de 2.5 millones de barriles diarios durante poco más de 20 años. Olvidó mencionar que la promesa original fue de 3 millones de barriles.

Al ministro del año no hay que exigirle. Muchos meses consumió para medianamente enterarse del enorme agujero causado por el desplome del ingreso petrolero y su devastador impacto en las finanzas públicas. Parece que ya entendió de qué se trata, pero para él es imposible captar dos cosas a la vez. Ello, porque ahora niega la validez de la información oficial sobre la caída en la producción petrolera.

En días pasados (ver el México SA del 13 de marzo de 2015) el director de Pemex Exploración y Producción, Gustavo Hernández, reconoció que el estimado de tal producción se redujo de 2 millones 400 mil barriles por día a 2 millones 228 mil, es decir, una caída de 112 mil barriles, o lo que es lo mismo, un titipuchal de dinero para las arcas nacionales. Sin embargo, Luis Videgaray rechaza tales cifras, y dijo que mientras no tengamos una información confirmada y oficial por parte de Pemex no haremos un ajuste.

Desde que se instaló en Los Pinos… perdón, en la Secretaría de Hacienda, el ministro ha actuado de la misma manera: todo el mundo recortó la estimación oficial de crecimiento económico, y él se mantuvo (el resultado ya se conoce); todos advirtieron sobre el terrible impacto en las finanzas públicas por el desplome de los precios petroleros, y él presumía que le hacía los mandados; todos advirtieron sobre la caída del tipo de cambio y él habló de la solidez, las reservas internacionales (las mismas que hoy se utilizan para evitar un descenso mayor) y el ascenso del dólar y, en fin, desde hace años se ha documentado la cada día menor producción petrolera, y él reclama que no es información oficial.

A menos de que no se trate de informe oficial, como reclama el señor de Malinalco, Petróleos Mexicanos reporta constantemente a la SEC (Securities and Exchange Commission) de Estados Unidos, y en el más reciente de ellos, correspondiente a marzo de 2015, la ex paraestatal puntualmente da cuenta de la caída en la producción petrolera, y revela que entre el último trimestre de 2013 y el correspondiente de 2014 Pemex dejó de producir 163 mil barriles de petróleo por día, es decir, un descenso de 6.5 por ciento.

No sólo eso, porque la ahora empresa productiva del Estado informa a la SEC que al cierre del periodo mencionado sus finanzas registraron una caída de casi 11 por ciento en sus ventas totales, de 30.5 por ciento en sus ingresos operativos y de 49.5 por ciento en sus ingresos totales.

El informe de Pemex detalla: “durante el último trimestre de 2014, la producción total de crudo promedió 2 millones 360 mil barriles por día, 6.5 por ciento menos en comparación con el mismo periodo de 2013. Tal variación se debió, principalmente, a la caída de 10.2 por ciento en la producción de crudo pesado (…); un descenso de 10.8 por ciento, o 34 millones de barriles diarios, en la producción de crudo extra ligero; esta baja fue parcialmente contrarrestada por el incremento de 0.9 por ciento, u 8 millones de barriles diarios en la producción de crudo ligero”.

Por si fuera poco, los más recientes indicadores petroleros de Pemex, divulgados por la misma empresa y correspondientes a enero de 2015, reconocen que la producción de crudo en ese mes se redujo a 2 millones 251 mil barriles por día, cuando un año atrás sumó 2 millones 506 mil barriles por día, una diferencia entre una fecha y otra de 255 mil barriles por día. Entonces, ¿qué parte del desplome en la producción petrolera no entendió Luis Videgaray?

Quien debe estar menos nervioso que en otras ocasiones es el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, pues ayer la Reserva Federal de Estados Unidos no anunció aumentos inmediatos en sus tasas de interés, aunque no descarta la posibilidad de que ello suceda un poco más adelante (en junio, tal vez). Los nervios no se acercan la histeria, pero siempre conscientes de que la bomba de tiempo está al lado de la cama.

Y la decisión de la Fed más se debe a su revisión a la baja del comportamiento económico en el vecino del norte y la estimación sobre su crecimiento. De cualquier suerte, el no anuncio, por llamarlo así, aflojó un poco la presión, así sea momentáneamente. Con todo, el dólar ayer se vendió en ventanilla a 15.73 bilimbiques.

Las rebanadas del pastel

Pide el inquilino de Los Pinos blindar a Pemex de la delincuencia organizada. Bien, pero ¿de cuál de ellas?: ¿la de casa, de la otra o de la asociada?

Twitter: @cafevega