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Made in Bangkok se presentó en el FICG

Cinta sobre cantante de ópera transexual gana el Guerrero de la Prensa
Foto
Seyla Morganna, protagonista del filme, al recibir el premioFoto Bernardo de Niz
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 9

El documental Made in Bangkok, de Flavio Florencio, sobre el primer cantante mexicano de ópera transexual, ganó el Premio Guerrero de la Prensa en el 30 Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que concluyó el 15 de marzo.

Morganna, la protagonista, aclaró que no es un moderno castrato, cantantes de la antigüedad que sacrificaban su virilidad para mejorar la voz, porque en su caso se operó para ser mujer, no para ser mejor cantante.

“Un castrati antiguo seguía siendo un hombre físicamente, y yo soy una mujer, en ese tiempo se hacían la operación por amor al arte; y sí, el chico tenía una voz hermosa”, explicó.

Durante la ceremonia de entrega de premios paralelos al festival, la protagonista del documental cantó un fragmento de Bésame mucho a capela.

Morganna, de 34 años, es el primer cantante mexicano de ópera transexual. Estudió canto en el Conservatorio Nacional de Música. La película Made in Bangkok cuenta cómo logró operarse y cambiar de sexo.

Desde la operación, su nombre oficial es Seyla Morganna y nada tiene que ver con el nombre que aparece en su credencial del IFE. Empezó a cantar a los cuatro años, pero sus estudios empezaron cuando él cumplió los 18 años. Su cambio de sexo fue en 2012.

Antes de la cirugía, Morganna era contratenor, después de la operación se convirtió en soprano.  

No sabía que mi voz iba a cambiar, me habían dicho que no iba a pasar nada, pero al final cambió un poquito, aclaró.

 El cambio de sexo fue un proceso lindo, dijo la cantante. Hubo mucha gente que me apoyaba, gente que me dijo que no importaba cómo era o qué era, sino mi trabajo, declaró en entrevista.

El primer sueño de Morganna fue convertirse en cantante, el segundo es grabar su primer disco, ya como mujer.

Lo del cambio de sexo ya pasó, y tampoco voy a ir por el mundo negándolo, pero tampoco voy a ir por el mundo publicitándolo, fue algo que ya pasó y puedo decirle al mundo que pueden ser lo que ellos quieran mientras sean felices, y dedicarse a lo que quieran, concluyó.

Al final de todo el proceso de cambio de sexo, Morganna pensó: Ya puedo ser libre y ser una mujer plena, me sentí segura de mí misma y lo logré, dijo.