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El encuentro cumplió 17 años de revalorizar la rebelión zapoteca contra los españoles

La Guendaliza’a reúne a más de 500 artistas en Tehuantepec

Ocurrió 150 años antes de la Independencia de México

Asistieron 13 delegaciones indígenas, incluidas las provenientes de El Salvador y Honduras

Estamos vivos y presentes, afirman

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Música, voces, ritmos y colores en todo su esplendor. Las diferentes delegaciones representaron algunos mitos de sus pueblosFoto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 26 de marzo de 2015, p. 8

Tehuantepec, Oax.

Tehuantepec se vistió de gala con la realización de la Guendaliza’a, rito a la espiritualidad indígena que en 2015 cumplió 17 años.

La Guendaliza’a, hermandad en castellano, es una de las mayores celebraciones indígenas que congrega a representantes de etnias mesoamericanas. Rinde homenaje a los héroes, hombres y mujeres que participaron en la llamada rebelión de Tehuantepec en 1660, con el propósito de independizar a la nación zapoteca de los españoles, hecho que ocurrió 150 años antes de la Independencia de México.

En la edición 17, el Guendaliza’a reunió a 13 delegaciones de danza folclórica y más de 500 artistas en escena, incluyendo músicos y bailarines, quienes en casi cuatro horas de espectáculo cultural mantuvieron atentos a los más de 10 mil asistentes.

Música, voces, ritmos, colores y figuras en todo su esplendor; danzantes de las seis etnias istmeñas –zoques, mixes, zapotecos, mixtecos, chontales y huaves–, artistas de la ciudad de México y el estado de Guerrero, así como de El Salvador y Honduras, engalanaron el escenario de la plazuela principal de Tehuantepec.

Ritmos zapotecos

La banda Princesa Donaji, originaria de Tehuantepec, fue la encargada de inaugurar el acto con sus ritmos zapotecos.

El grupo de danza de San Pedro Huamelula fue uno de los más aplaudidos. Representó una de las mayores tradiciones huaves, el casamiento de la lagarta, que para la cultura ikotjs es un animal sagrado. Los movimientos de pies y manos, la soltura del cuerpo y la belleza del rostro de cada uno de los bailarines, en su mayoría jóvenes, marcaron el inicio de las presentaciones de las delegaciones nacionales. La náhuatl, originaria de la ciudad de México, que danzó el baile del conejo y del guerrero, y los danzantes amuzgos del estado de Guerrero.

El gran cierre estuvo a cargo de las delegaciones provenientes de El Salvador y Honduras, las más esperadas, que recibieron aplausos multitudinarios.

Antes, Mario Mecott Francisco, profesor de historia y fundador de la Guendaliza’a en 1996, entregó reconocimientos a hombres y mujeres de la región del Istmo.

Orígenes

La pasión por la cultura llevó a Mecott Francisco a proponer este festejo. Explicó: Al leer al padre Vichido y a Wilfrido C. Cruz analice la importancia de realizar un tributo a la cultura zapoteca, lo propuse y se aceptó. La primera edición fue para conmemorar el asentamiento de los zapotecas, el Guiengola, espacio arqueológico de nosotros y que se ubica en nuestras tierras.

En la primera edición, la Guendaliza’a convocó únicamente a delegaciones de danza de la región del Istmo y se realizó en la ribera del río Tehuantepec.

Desde 1998 no hemos dejado de hacer año con año este rito a la espiritualidad de etnias, el propósito es revalorizar que tenemos identidad, que estamos vivos y que pertenecemos a una cultura, en este caso la zapoteca, y que eso nos debe llenar de orgullo, manifestó Mecott Francisco.

Para el segundo encuentro se incorporó un homenaje a los zapotecas que participaron en la rebelión del Lunes Santo, el 22 de marzo de 1660, cuando por un año, la región del Istmo de Tehuantepec se independiza de la Colonia española conformando el primer ayuntamiento democrático de América Látina.

“Además de recordar la creación del centro ceremonial Guiengola, analizamos la importancia de la rebelión y definimos que la Guendaliza’a se haría para conmemorarla, por eso lo celebramos los 20 y 21 de cada año; significa recordar que la libertad, la cultura y nuestra esencia están vivos y para compartirlo con otros danzantes mesoamericanos”, añadió.

“La Guendaliza’a ha tenido cuatro importantes etapas. Primero se llamó encuentro étnico del Istmo de Tehuantepec, con presencia de chontales, zoques, ikotjs o huaves, mixes, mixtecos y zapotecos; después se fortaleció con la participación de delegaciones del estado de Oaxaca, posteriormente hicimos la invitación a Chiapas, Veracruz, Michoacán, Tabasco, Yucatán, entre otros estados. Finalmente, a partir de 2012, nos extendimos a parte de Mesoamérica con Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras, realmente es un evento maravilloso y nos da gusto que crezca cada vez más”, explicó Mecott Francisco.

Los festejos

Antes de la presentación de los bailes mesoamericanos, la Guendaliza’a también comprende un recorrido, el cual se realiza un día antes y se le denomina Calenda.

En la Calenda participan todas las delegaciones que danzarán. El recorrido comienza en el barrio de Santa María, en la ciudad de Tehuantepec, porque según la historia fue donde se inició la batalla que sostuvieron los héroes zapotecas con los españoles.

Mario Mecott hizo un llamado urgente al gobierno del estado para que por medio de sus secretarías de Turismo y de las Culturas Oaxaqueñas impulsen este tipo de encuentros.

Manifestó que el Guendaliza’a, que este año reunió a más de 10 mil personas, merece mayor difusión porque es un acto cultural similar a la Guelaguetza.

Un evento de esta naturaleza cuesta mucho dinero, entre pago de viáticos de los artistas, iluminación, escenario, audio; por fortuna las autoridades municipales se han involucrado, algunas le entran de lleno e impulsan la cultura y el turismo, otros, a mediana escala, pero aportan, porque esto que se hace también es para generar entrada de recursos para que los artesanos y artesanas, así como comerciantes, vendan, expresó.

Mecott Francisco insistió en que es necesario que las autoridades se comprometan y valoren todo lo que las regiones de Oaxaca hacen para dar a conocer la cultura, que no genera riqueza ni entradas económicas, pero que si se maneja una buena estrategia el turismo nacional e internacional seguramente disfrutará.

La espiritualidad indígena está aquí presente, por eso queremos que en Tehuantepec se sigan creando proyectos que sean atractivos turística y culturalmente; aquí es la tierra de la inmortal sandunga y nosotros lo amamos, concluyó.