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En marzo pasado, el director de El Imparcial fue golpeado y el de Evidencias fue secuestrado

Defensoría de Oaxaca asume seguridad de dos periodistas amenazados de muerte
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 4 de abril de 2015, p. 24

Juchitán, Oax.

La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) informó que atrajo el caso de los periodistas Gonzalo Domínguez Monroy, director del diario El Imparcial del Istmo, y Jesús Hiram Moreno, director del semanario Evidencias, quienes sufrieron agresiones en Salina Cruz, después de hacer publicaciones en sus medios informativos.

La DDPHO detalló en un comunicado que Hiram Moreno, también corresponsal del diario estatal Tiempo, fue golpeado el pasado martes 24 de marzo, y Domínguez Monroy fue secuestrado un día después. Además han sido amenazados por lo que difunden en distintos medios, lo que involucra a diversos actores políticos, pues ambos son colaboradores también de radiodifusoras locales.

El titular de la citada defensoría de los derechos, Arturo Peimbert Calvo, dijo que la Policía Estatal proporcionó a partir de este jueves seguridad policiaca a los dos comunicadores, pues se encuentran amenazados después de las agresiones recientes.

El defensor oaxaqueño recalcó que es de vital importancia proteger el aporte democrático del trabajo que realizan las y los comunicadores, pues esta es una invaluable vía para que el resto de la sociedad tenga acceso a información sobre la vida pública.

Tres asesinados en 2007

En la misma región istmeña, en octubre de 2007, tres colaboradores del diario El Imparcial del Istmo fueron asesinados en una emboscada y hace un par de meses uno de los reporteros de la fuente policiaca de esa misma casa editorial fue agredido en la ciudad de Juchitán.

Gonzalo Domínguez Monroy, uno de los afectados, manifestó que no se puede jugar con la vida de un comunicador, porque su única finalidad es dar a conocer a la sociedad diversas informaciones, lo cual no significa que sea su opinión personal.

No podemos seguir viviendo en un pueblo, comunidad, estado donde por hablar te manden a matar; realmente es de mucha preocupación, debemos hacer algo juntos como sociedad, puntualizó.