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Una casona de la colonia Santa María la Ribera es la sede de este foro, que cumplió dos años

Microteatro, gimnasio actoral en el que no hay espacio para la mentira

En cada función la gente cambia, las energías y los estados de ánimo, también... es todo un reto, afirma Laura de Ita

Estar tan cerca del público hace que el actor tenga la responsabilidad de entrar a la ficción con verdad, señala Ana Kupfer

Foto
Laura de Ita y Martha Cristiana en una escena de La gravity del amorFoto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de abril de 2015, p. 9

Los cuartos de una casona de la colonia Santa María la Rivera, en la ciudad de México, son el escenario en el que actores, actrices y espectadores respiran el mismo aire.

Se trata de Microteatro, que consiste en la representación de una obra de no más de 15 minutos de duración para hasta 15 personas... o las que quepan en los breves metros cuadrados de las habitaciones.

En ocasiones, con que haya una persona en el aposento se crea la ficción, dice la actriz Laura de Ita, una de los histriones, que ya ha actuado en varias microobras de este gimnasio de la actuación, en el que el auditorio es observador casi participante.

Microteatro cumplió esta semana dos años en los que ha presentado 150 obras en sus 13 temporadas; todas con temas específicos, como Por sexo, Por amor o Por tus muertos, por mencionar algunos.

Aseguran haber dado 21 mil 413 representaciones, sin contar con las que se acumulen hasta el próximo 19 de abril, cuando termine esta etapa, a la que llamaron Por música, que incluye historias relacionadas con la expresión sonora. Las funciones son jueves, viernes, sábados y domingos, en los que se escenificarán 13 montajes explosivos, raudos y en un breve espacio.

Es una vitrina y un gimnasio. No hay lugares en los que puedas expresar tus discursos. Aquí está este para los que queremos levantar proyectos de bajo presupuesto. Con que haya un señor sentado (o parado) se hace la ficción. En cada función la gente cambia, las energías también, así como los estados de ánimo... es todo un reto, asegura a La Jornada Laura de Ita, quien escribió La gravity del amor, en la cual actúa con Martha Cristiana (quien alterna con Renata Wimer).

Su micromontaje de comedia habla de dos mujeres, las primeras mexicanas que pretenden pisar la Luna. No obstante su condición de científicas, no pueden dejar de hablar del amor y de las relaciones de pareja. El contexto de su historia no sólo es una nave mexicana casi hechiza, sino el ritmo de una electrocumbia y el desmadre que les provoca saberse afectadas por la deshonestidad del mismo hombre.

En seis funciones al día es de entrar y salir (al personaje). Pero es fácil, porque hay una especie de bipolaridad que tenemos las actrices que hace de esto un ejercicio. Es como cuando de niño jugabas a ser la bruja, la astronauta o la Barbie, y a los 15 minutos ya tenías que hacer la tarea de la escuela. La verdad, normalita nunca fui, así que aproveché jugar con eso, comenta De Ita, quien ha participado en varias obras de este concepto teatral.

La historia de sus astronautas locochonas surgió luego de ver que grandes amigas, pese a ser exitosas, no dejan de angustiarse por el tema de la pareja. Es más fácil llegar a la Luna que tener una relación estable. A partir de ese juego brotó esta broma que es como un juego de niñas.

En el juego de seducción teatral de Roble número 3, calle donde está ubicada la casa de Microteatro, también se corre la divertida Contrarreloj, en la cual un roquero que se gana la vida haciendo jingles para comerciales tiene un desencuentro con una vecina con ideas religiosas ortodoxas. En plena oscuridad creativa, el hombre, que no puede terminar la música para el comercial, y por consiguiente no obtener su pago, recibe la visita de esa mujer, quien le hará un ofrecimiento que él no está dispuesto a aceptar.

Este roquero nunca esperaría la visita de una vecina fanática de la religión, pero es tanta su insistencia que decide abrir la puerta. Entre la vehemencia y la desesperación se hace un ambiente de tensión y cada uno está dispuesto a llegar al límite por defender sus creencias, explica sobre la historia la actriz Ana Kupfer, quien protagoniza, junto con Iván Torrentera, esta puesta, cuyo texto y dirección es de Vicente Ferrer.

Plataforma de aparendizaje

Kupfer, en su segunda temporada en Microteatro, asegura a este medio que estar en esta modalidad ha sido una plataforma de aprendizaje y crecimiento. Estar tan cerca del público hace que el actor tenga la responsabilidad de entrar a la ficción con verdad. Es tan pequeño el espacio que no hay lugar para la mentira. Además, es un gimnasio actoral en el que he tenido la oportunidad de probarme como histrión, y descubrir algo nuevo en cada función. Cada estímulo externo se tiene que volver parte de lo interno.

Además de estas dos obras, otras 11 minipuestas esperan al público que se decida ir al norte de la ciudad para apreciar y degustar de la incipiente dramaturgia mexicana.

Microteatro está en la calle Roble 3, casi esquina con Insurgentes, en la colonia Santa María la Ribera, cera de la estación el Metrobús Buenavista. Las funciones son jueves, viernes, sábado y domingos apartir de las siete de la noche. Más informes o al telefono 5390-5046.