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El arte de perder
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Tocando la luna se basa en el libro Flores raras e banalíssimas. Arriba, fotograma de la cinta
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esde la Semana Santa, sin contar los estrenos de la Muestra de la Cineteca, la cartelera ha ido disminuyendo el material de interés en la medida que, además, se acerca ya la temible temporada de verano, con sus blockbusters pueriles. Es así que uno se acercó a Tocando la luna, producción brasileña de 2013, con todas las reservas del mundo.

Eso se debe a que el director es el veterano Bruno Barreto, cuya filmografía he seguido de manera salteada, pero que desde su gran éxito Doña Flor y sus dos maridos (1976) se ha caracterizado por un tono light hasta cuando aborda temas serios en dramas políticos, basados en casos reales.

Tocando la luna también está basado en una historia verdadera y resultó, para mi sorpresa, un convincente melodrama sobre la relación amorosa habida entre la laureada poeta estadunidense Elizabeth Bishop (la australiana Miranda Otto) y la arquitecta brasileña Lota de Macedo Soares (Glória Pires). Barreto ha dispuesto su ligereza para controlar los elementos que podrían resultar cursis, para contar cómo una historia de amor trágico puede darse entre dos profesionales entregadas a su carrera.

La historia arranca en 1951, cuando la neoyorquina Elizabeth Bishop admite estar bloqueada en su inspiración y su amigo, el también escritor Robert Lowell (Treat Williams) le recomienda tomarse una vacación. Por una invitación de su amiga universitaria Mary Morse (Tracy Middendorff), Elizabeth viaja a Brasil al paradisiaco sitio de Samambaia, donde la primera vive con su amante Lota. La brasileña rechaza en un principio a la escritora porque se muestra recatada y timorata ante todo. Sin embargo, Elizabeth empieza a enamorarse del fuerte carácter de Lota, sentimiento en el que es correspondida.

Pronto las nuevas amantes desplazan a Mary, quien acepta quedarse en ese triángulo sólo si se le compra un bebé en adopción. Así, el inestable trío funciona a medias, pues las dos gringas sufren celos mutuos. Pero la favorita es Elizabeth, para quien Lota es capaz de hacer volar una parte de la montaña para construirle un luminoso estudio en el que pueda inspirarse y escribir poesía.

Otros factores amenazan a la pareja. El creciente alcoholismo de Elizabeth, quien gusta de ponerse unas borracheras de buró, se contrapone al nuevo proyecto de Lota, diseñar y construir el célebre Parque de Flamengo, en Río de Janeiro. Ninguna de las dos mujeres reacciona bien a la separación y la tragedia está a la vuelta de la esquina.

Barreto hace bien en contrastar las personalidades y culturas de ambas mujeres, centrándose en los diferentes estilos de actuación de sus intérpretes. Otto, actriz habitualmente desperdiciada, interpreta con la adecuada mesura a una mujer cuya frialdad deriva de su compromiso con el pesimismo; mientras Pires, más conocida en telenovelas que en cine, representa la parte apasionada y dominante de la ecuación.

Aunque Barreto no puede evitar hacer paisajismo turístico y la melosa música de Marcelo Sarvos parece plagiada de alguna producción Ivory/Merchant, Tocando la luna aprovecha la mirada de una extranjera para dar cuenta de ciertos aspectos de la vida política brasileña. Por ejemplo, Elizabeth se sorprende de que, en medio de un golpe de estado militar, la gente sigue jugando futbol en la calle como si nada.

A su vez, la película trasciende su adscripción LGBT. El carácter lésbico de la relación no trae consigo ningún rechazo social, ni es causa de conflicto dentro de la pareja. Es sólo un rasgo más del aparente fracaso al que se arriesga un compromiso emocional entre dos personas inteligentes y creadoras. Por lo pronto, si todavía está en cartelera, Tocando la luna es una opción más sensible y menos ruidosa que Rápidos y furiosos 7, que parece estar en todas las salas de esta ciudad.

Tocando la luna

(Reaching for the Moon/ Flores raras)

D: Bruno Barreto/ G: Matthew Chapman, Julie Sayres, basado en el guión de Carolina Kotscho, a su vez basado en el libro Flores raras e banalíssimas, de Carmen L. Oliveira/ F. en C: Mauro Pinheiro Jr./ M: Marcelo Sarvos/ Ed: Leticia Giffoni/ Con: Glória Pires, Miranda Otto, Tracy Middendorf, Treat Williams, Marcelo Airoldi/ P: L.C. Barreto Productions, Imagem Filmes, Globo Filmes, Globosat/Telecine, Teleimage. Brasil, 2013.

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Twitter: @walyder