La Paz.

Adrián Oliva, candidato del opositor partido Unidad Departamental Autonomista (UDA), arrebató este domingo la gubernatura del departamento de Tarija al Movimiento al Socialismo (MAS), organización política del presidente de Bolivia Evo Morales, al celebrarse ayer la segunda vuelta electoral, con la que concluyeron las elecciones regionales.

En Beni, donde también se realizó una segunda votación que cierra el proceso iniciado el 29 de marzo pasado, el aspirante del MAS a la gubernatura, Alex Ferrier, llevaba una ligera ventaja, con 50.5 contra 49.5 por ciento de los sufragios al representante opositor Carlos Dellien, de Nacionalidades Autónomas por el Cambio y el Empoderamiento Revolucionario (Nacer), según el conteo rápido de la encuestadora Ipsos, que tiene un posible margen de error de tres puntos porcentuales.

Ambos candidatos tendrán que esperar al menos una semana los resultados oficiales en Beni –en la región amazónica del norte de Bolivia– para saber quién es el vencedor de esta contienda, ganada en la primera jornada por el socialista con 40 por ciento contra 32 de Dellien.

Oliva, ferviente defensor de las posturas de derecha, se alzó en Tarija con 61.4 por ciento de los votos frente a 38.6 de Pablo Canedo, del MAS, que dominó la política departamental en la última década, a raíz de la llegada de Morales a la presidencia boliviana en enero de 2006.

Los resultados de la segunda vuelta confirmaron una tendencia a la baja en la votación general del MAS en todo el territorio y la pérdida de tres departamentos, dos de ellos clave: La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y Santa Cruz, la poderosa región agroproductora y manufacturera del país. Ambos distritos concentran las mayores poblaciones urbanas de Bolivia.

El MAS se adjudicó los departamentos de Cochabamba en el centro, Pando en el noroeste, Chuquisaca en el sureste, Oruro en el suroeste y Potosí en el sur.

Morales hizo proselitismo en las últimas tres semanas en favor de los candidatos del MAS, con el argumento de que al Ejecutivo le resulta más cómoda la relación con gobernadores del mismo partido, que hasta esta fecha había mantenido su dominio en elecciones presidenciales, legislativas y locales, así como en el referendo constitucional de enero de 2009.

La jornada electoral de este domingo fue la primera en la que Bolivia celebra una segunda vuelta electoral, dado que según la legislación se requiere 50 por ciento de los votos más uno para evitar una nueva ronda electoral. La sucesión en los gobiernos deberá llevarse a cabo el primero de junio.