Acapulco, Gro.

Ahora sí: los maestros, las marchas y la naturaleza nos partieron la madre, clamaron restauranteros de Barra Vieja, luego de que el domingo por la tarde una ola recorrió unos 100 metros desde donde suelen reventar, y arrasó con dos restaurantes, más de 30 enramadas y decenas de muebles, palapas y mesas. Nueve turistas resultaron lesionados.

“Ni el huracán Paulina (de octubre de 1997) ni la tormenta Manuel (septiembre de 2013) nos habían pegado así”, expresó un trabajador del restaurante Cira la Morena Uno, de nombre Armando, quien subrayó: “Fue una ola horrible y devastadora.

“La tormenta Manuel nos cayó en un puente (del 16 de septiembre). El año pasado (2014) nos volvió a llover en septiembre, y ahora en este puente nos pegó de nuevo. Son pérdidas para nosotros.”

Uno de sus compañeros relató lo ocurrido: Eran como las 5:30 de la tarde; ya había pasado una ola que subió como 60 metros, pero de pronto pegó una con más fuerza. Arrastró a tres señoras a la alberca; destrozó nueve cabañas, sillas, mesas, hasta los servilleteros fueron a dar a la puerta del restaurante. Hasta ahora no ha venido ninguna autoridad a evaluar los daños, reprochó.

En 40 años nunca se habían salido así las olas

Le dije a mis muchachas: vámonos de aquí antes de que nos lleve el mar. Nunca se habían salido así las olas; llevamos 40 años aquí. Estuvo horrible. Una de las cocineras dejó todo y se fue desde la primera ola, de puro miedo, contó Rosa María Carmona Arredondo, del restaurante Las Guayabas, quien señaló que perdió refrigeradores y todo su mobiliario de playa.

Otros restaurantes afectados de Barra Vieja son Tomasita, Cira 4, Blanca Iris, Pescador y Lluvia del mar. Apenas la mañana del lunes se presentaron inspectores de protección civil municipal.

Víctor Verdejo Ramírez, del campamento tortuguero Playa Larga, rumbo a Barra Vieja, narró: Las olas empezaron fuerte el sábado, como a las 3 horas. El mar nunca se había puesto así de agresivo. El domingo fue lo peor. Agregó que en dos ocasiones las olas alcanzaron unos 70 metros desde donde revienta, y en una ocasión arrastraron a turistas.