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Celebrará 70 años del triunfo soviético sobre el nazismo

Prepara Rusia imponente desfile militar para el sábado
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de mayo de 2015, p. 27

Moscú.

Con una imponente exhibición de fuerza militar –el tradicional desfile en la Plaza Roja de Moscú, en el que no faltarán los tanques, los sistemas antiaéreos, los helicópteros de combate, los cazabombarderos, los bombarderos estratégicos, todos de última generación, y desde luego, una selección de misiles de su arsenal nuclear–, Rusia se prepara para celebrar el próximo sábado el 70 aniversario de la Victoria, como aquí se denomina, con una sola palabra escrita con mayúscula, el triunfo soviético sobre el nazismo.

Será la principal actividad, pero no la única, para conmemorar una hazaña que costó, según las últimas cifras oficiales, al menos 27 millones de vidas, entre soldados caídos en el campo de batalla y población civil, pérdidas que afectaron a todas las familias soviéticas sin excepción, pues es difícil encontrar una que no haya sufrido la muerte de uno o más miembros en esos años.

Asimismo, desde que se abrieron los archivos clasificados, en esa cifra hay que incluir a las víctimas de la represión estaliniana, de una u otra forma vinculadas a distintos capítulos de la Segunda Guerra Mundial (pueblos enteros deportados por supuesto colaboracionismo con los alemanes, ejecuciones sumarias de presuntos enemigos del pueblo y otras aberraciones).

Quienes tratan de minimizar aquella inconmensurable gesta y profanan monumentos a los héroes de la guerra ofenden a sus propios pueblos y siembran la confrontación entre los estados y las personas, advirtió el mandatario de Rusia a todos los que pretenden tergiversar los hechos para eclipsar la contribución soviética a la derrota de la Alemania hitleriana.

Es una cita de hace ocho años y el presidente ruso era el mismo de ahora, Vladimir Putin. La advertencia, que se produjo poco después de que en Tallin, capital de Estonia, las autoridades decidieron retirar del centro de la ciudad el monumento a los soldados soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial, no ha perdido actualidad.

Por el contrario, a juicio del Kremlin, sólo han aumentado los intentos de menospreciar la contribución soviética –y rusa, como natural heredera del gentilicio– a esa victoria.

Por ello, esta vez –a diferencia de hace diez años, por ejemplo– en la tribuna de invitados al desfile en la Plaza Roja no estarán los presidentes y primeros ministros de países que ahora se distancian de Rusia por la anexión de Crimea y su posición respecto del conflicto armado en Ucrania.

En contraste, sí lo harán el líder de China, Xi Jiping; el de Cuba, Raúl Castro; el de Venezuela, Nicolás Maduro, y otros dirigentes de una treintena de países, muy pocos para lo que representó el aporte soviético a la derrota del nazismo.

Los moscovitas pudieron ver este martes, durante un vuelo de práctica, un adelanto de lo que se podrá apreciar en el desfile militar del sábado: los helicópteros de transporte Mi-8 y los artillados KA-52, los cazas Mig-29, los bombarderos SU-30cm y SU-35c y los bombarderos estratégicos TU-95mc, portadores estos últimos de bombas nucleares.

El viernes está programado el ensayo general de lo que se espera sea uno de los desfiles militares más grandiosos dedicado a la Victoria, sobre todo en esta coyuntura de enfrentamiento con Occidente, en que la conmemoración de lo que debería ser una fiesta común se torna advertencia a potenciales agresores.