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Fue ilegítimo, según la gobernante alemana; el mandatario ruso lo consideró inevitable

Discrepan Merkel y Putin sobre un pacto de no agresión firmado en 1939

Se requieren soluciones diplomáticas, afirmó la mandataria en referencia a la crisis ucrania

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La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ayer, antes de sus conversaciones en el Kremlin. Tras su llegada a Moscú y acompañada de Putin, Merkel depositó una corona floral ante la tumba del soldado desconocidoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de mayo de 2015, p. 18

Moscú.

La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresaron este domingo su desacuerdo con respecto a un pacto bilateral de no agresión firmado en 1939, un trato que incluyó cláusulas secretas para la repartición de Polonia y para la anexión rusa de los países bálticos, lo cual, según el mandatario ruso, fue inevitable, y que, de acuerdo con la gobernante alemana, fue ilegítimo.

Ambos dirigentes se expresaron sobre este momento clave de la historia europea del siglo XX en una conferencia de prensa conjunta celebrada en el marco de una visita de Merkel a la capital rusa con motivo del 70 aniversario de la victoria del ejército ruso sobre las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

El acuerdo conocido como Molotov-Ribbentrop –por los apellidos de los respectivos ministros de Relaciones Exteriores– fue secreto durante 50 años y no salió a la luz hasta 1989, luego de la desclasificación impulsada por la perestroika del entonces presidente soviético Mijail Gorbachov.

La Unión Soviética hizo una tarea gigantesca para crear las condiciones favorables para una resistencia colectiva al nazismo en Alemania y para formar un bloque antifascista en Europa, afirmó Putin.

Este pacto tenía sentido desde la perspectiva de garantizar la seguridad de la Unión Soviética, afirmó el presidente ruso, en respuesta a un periodista que le preguntó sobre las declaraciones recientes del ministro de Cultura, Vladimir Medinski, quien dijo que este acuerdo fue un triunfo de la diplomacia de José Stalin.

Sin embargo, Merkel dijo que es difícil comprender el pacto Molotov-Ribbentrop, si no se tiene en cuenta la cláusula secreta que preveía la repartición de Polonia (entre ambos países) y la anexión de los países bálticos, pues desde este punto de vista, creo que no era correcto, que estaba sobre una base ilegítima.

Los gobernantes no sólo hablaron de un conflicto pasado, sino también de la actual guerra civil en el este de Ucrania, donde las provincias de Lugansk y Donietsk se declararon repúblicas independientes de Kiev a mediados del año pasado y actualmente están regidas por un acuerdo de cese el fuego, violado casi a diario por las partes, que aceptaron firmar el 12 de febrero pasado el pacto de Minsk, bajo los auspicios de Merkel y el presidente francés François Hollande.

Tras su llegada a Moscú y acompañada de Putin, Merkel depositó una corona floral ante la tumba del soldado desconocido, cerca del Kremlin, como un gesto conciliador de la alemana, que al igual que otros dirigentes de países occidentales declinó asistir el sábado a la conmemoración de la rendición de Alemania en 1945, el Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, como se conoce aquí a este hecho.

Es necesario que trabajemos, que cooperemos incluso en situaciones complicadas, como la actual, e intentemos encontrar soluciones diplomáticas, dijo Merkel en referencia a la crisis ucrania, donde según las potencias occidentales hay intervención rusa en favor de los separatistas.

Merkel no dudó este domingo en criticar en duros términos el papel de Rusia en el conflicto de su país vecino del suroeste.

A causa de la anexión criminal de Crimea, que viola el derecho internacional, la cooperación (alemana-rusa) ha sufrido un grave revés, afirmó Merkel, sin que Putin respondiera directamente a esa decisión de Moscú, que estuvo precedida de una petición formal del parlamento ucranio para formar parte de Rusia.