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Drama en Simojovel
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l sábado 9 de mayo la dirección de comunicación social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emitió un comunicado con una terrible noticia, informando que: “(…) el día de ayer en la localidad de La Pimienta en el municipio de Simojovel, Chiapas, se aplicaron a 52 niños las vacunas de BCG (tuberculosis), rotavirus y hepatitis B, como parte del Programa Nacional de Vacunación que está encaminado a disminuir la presencia de enfermedades prevenibles. En el transcurso de la noche de ayer un total de 31 menores presentaron reacciones adversas presuntamente asociadas a la aplicación de estas vacunas. Actualmente, están hospitalizados 29 menores y lamentablemente otros dos fallecieron”.

La Pimienta es un poblado pequeño con alrededor de mil 300 habitantes, localizado a 800 metros de altura en una zona completamente verde, en medio de bosques y tierras de cultivo según puede apreciarse en las imágenes de satélite. El 86 por ciento de sus pobladores habla alguna lengua indígena. El promedio de escolaridad es de 3.9 años, muy por debajo del promedio nacional, 8.6 años. En ninguna de sus aproximadamente 220 viviendas hay computadora.

Como todas las familias responsables, los padres y madres del medio centenar de niños estuvieron de acuerdo en que sus hijos fueran vacunados. La información oficial es muy escueta y no precisa si ellos acudieron a alguna clínica de la institución o si personal del IMSS visitó los hogares para aplicar las tres vacunas.

BCG son las siglas de Bacillus Calmette-Guérin, la vacuna contra la tuberculosis, nombre asignado en honor de sus descubridores en el Instituto Pasteur en Lillle, Francia, el microbiólogo Albert Calmette y el veterinario Camile Guérin. Se prepara a partir de extractos atenuados de la bacteria Mycobacterium bovis que han perdido su virulencia en cultivos. Es una de las vacunas más utilizadas en el mundo y cuenta con un historial de seguridad que no tiene precedentes. Su aplicación es por medio de una inyección subcutánea y es precedida por una prueba. En los muy pocos casos en que hay efectos adversos, éstos incluyen inflamación de ganglios y, aún más raro, osteitis (inflamación de los huesos), pero nada que pueda explicar algo como lo ocurrido en Simojovel.

La enfermedad producida por rotavirus es una gastroenteritis que en sus formas más graves produce deshidratación por la diarrea y vómitos asociados con la infección, que pueden provocar la muerte. Para evitar esta enfermedad todos los niños deben recibir la vacuna contra el rotavirus y dos o tres refuerzos. La vía de administración es oral (gotas) y es muy segura. Los efectos adversos, si los llega a haber, son muy leves y pueden incluir irritabilidad, fiebre y diarrea. En casos extraordinariamente raros (de uno entre 20 mil a uno entre 100 mil), puede presentarse una condición llamada intususcepción (un tipo de obstrucción intestinal), pero tampoco puede explicar lo ocurrido en Chiapas.

La vacuna contra el virus de la hepatitis B es muy segura y eficaz para el tratamiento de la enfermedad producida por este agente. Se trata de una enfermedad contagiosa que afecta el hígado y puede derivar en cáncer de este órgano. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos: No se sabe de ningún efecto secundario grave que sea causado por la vacuna contra la hepatitis B. En casos raros, pueden presentarse algunas molestias como fiebre (por debajo de 38.3 grados centígrados), o dolor en el brazo donde se puso la inyección.

No hay una razón para pensar que estas vacunas sean por sí mismas las causantes de lo ocurrido en La Pimienta. Al igual que cualquier medicamento, cualquier sustancia que se introduce al organismo puede ocasionar en algunas personas efectos secundarios, pero nada que pueda explicar la súbita aparición de reacciones adversas graves como las ocurridas en La Pimienta ni la muerte en menos de 24 horas de algunos niños (una de las omisiones más importantes en la información oficial es que no se han dado a conocer los síntomas que presentaron los menores afectados).

Si las vacunas son muy seguras, ¿qué fue entonces lo que pasó? Una investigación se encuentra en marcha y ya hay un primer resultado: inicialmente, las autoridades del IMSS informaron sobre la suspensión de la aplicación de las tres vacunas, pero luego decidieron eliminar solamente los lotes de una de ellas, la vacuna contra la hepatitis B, sobre la que recaen todas las sospechas, pues es la única que se aplicó sin excepción a todos los niños que resultaron afectados. ¿Qué pasó? ¿La vacuna estaba contaminada? Si así fue se trataría de algo muy ponzoñoso, pues su efecto fue fulminante… Las autoridades sanitarias deben valorar el significado del término urgente, considerando los probables efectos negativos que acarrearán estos acontecimientos, pues ante la gravedad de lo ocurrido todo México espera respuestas claras.

Nota: sobre el previsible recrudecimiento de las campañas antivacunas por grupos mal informados o mal intencionados que pueden afectar la salud de millones de personas, recomiendo la lectura del editorial de La Jornada publicado ayer, que puede verse aquí.