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Foco rojo para los comicios en Guerrero

Chilapa de Álvarez: reportan 12 levantados en sólo una semana
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Las bandas criminales de Los Ardillos y Los Rojos se disputan el municipio nahua de Chilapa de Álvarez, GuerreroFoto Arturo de Dios Palma
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 17 de mayo de 2015, p. 11

Chilpancingo, Gro.

Abandono, pobreza extrema en sus 161 comunidades, cultivo y trasiego de drogas, militarización y narcopolítica conviven en el municipio nahua de Chilapa de Álvarez, en la Montaña Baja, lo que lo convierte en uno de los focos rojos para las elecciones del próximo 7 de junio.

De acuerdo con información oficial, este municipio –que fue bastión de José María Morelos en la Guerra de Independencia, y de Emiliano Zapata durante la Revolución Mexicana–, hoy está convertido en el centro de una disputa entre dos grupos de la delincuencia organizada: Los Ardillos y Los Rojos (que en algún tiempo fueron parte de Los Pelones de los hermanos Beltrán Leyva).

Cuando el 9 de mayo unos 500 indígenas provenientes de unas 55 comunidades nahuas incursionaron en este municipio, de inmediato hubo voces que declararon que estaban financiados por Los Ardillos y que su misión era detener a Zenén Nava Sánchez, El Chaparro, de quien se dice es el líder de Los Rojos.

Dos días antes, la mañana del 7 de mayo, en la carretera federal Chilapa-Tlapa, justo en el crucero con la vía que lleva al municipio de Ahuacuotzingo, se hallaron los cuerpos de cuatro personas decapitadas en un ve­hículo incendiado.

Eso, se dice, provocó que los autodenominados policías comunitarios –cuya filiación genera dudas, pues no pertenecen ni a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias ni a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero ni al Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero– se quedaran casi una semana en Chilapa, a pesar de la presencia del Ejército Mexicano, la Gendarmería y la policía estatal.

La incursión de los indígenas armados en Chilapa, que acabó el jueves pasado, llevó a otros sectores a participar, sin que pertenezcan a alguno de los grupos delincuenciales.

Que me los regrese vivos

Es el caso del artesano Bonifacio Vargas, oriundo del poblado de Ayahualulco, quien recordó que hace 15 días, “estando en el puesto de artesanías que instalan cada domingo en el tianguis, vinieron unos hombres a levantar a dos muchachos (hijos) míos; mi esposa corrió para pedirles que no se los llevaran, y no escucharon; le dieron un golpe a mi esposa y cayó”.

Dijo que por ese motivo se sumó al movimiento: Sólo pido al hombre que manda a esa gente que me los regrese vivos; la verdad me siento muy afligido porque sólo me he dedicado a la artesanía, y si algún mal hicieron los muchachos, que se les castigue conforme a la ley.

Apenas este viernes, madres y familiares denunciaron ante funcionarios del gobierno estatal que durante la semana que duró la toma de Chilapa fueron levantadas 12 personas, entre ellas los hermanos Miguel, Juan y Víctor Carreto Cuevas; Jorge Luis Salmerón, Arturo Gutiérrez Jaimes, Alexandro Nava Reyes, Daniel Velázquez Romero, Carlos Meza Nava, Jaime Eduardo Villanueva y Gilberto Abundis Sánchez.

Violencia: la constante

Chilapa se ubica en un punto estratégico: colinda con los municipios de Ahuacuotzingo, José Joaquín Herrera, Zitlala, Atlixtac, en la Montaña Baja, y Quechultenango, Mártir de Cuilapan y Tixtla, de la zona Centro, con bosques, mantos acuíferos, minerales y tierra fértil donde no sólo se cultiva maíz y frijol, sino mariguana y amapola, pero sobre todo es paso obligado para el trasiego de la droga que se disputan Los Ardillos y Los Rojos.

El 11 de marzo pasado, Aidé Nava González, candidata del PRD a la alcaldía de Ahuacuot­zingo, fue ejecutada a balazos y luego decapitada en los límites de Chilapa. Antes, el 28 de junio de 2014, su esposo y ex alcalde (2009-2012), Francisco Quiñónez Ramírez, fue muerto a tiros y desde octubre de 2012 su hijo Francisco fue secuestrado y continúa desaparecido.

Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI a la alcaldía de Chilapa, fue ejecutado el pasado 1° de mayo cuando regresaba de un acto de campaña, por unos 20 hombres que lo bajaron del vehículo cerca de la comunidad de Atzacoaloya, en la carretera que va de Chilapa a Quechultenango, tierra de Los Ardillos.

Al otro día en pintas y mantas se responsabilizaba a Miguel Cantorán Gatica, candidato del PRD a la alcaldía, del asesinato del priísta.

Antes, la madrugada del 26 de abril, cerca de donde ejecutaron a Fabián Quiroz, en las inmediaciones del hotel donde está la Gendarmería, unos 20 hombres encañonaron al candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto, y a su equipo de campaña.

Éste es apenas una muestra del escenario de guerra en el que las víctimas son lo mismo narcotraficantes que políticos y lo conforman las comunidades El Paraíso, Santa Catarina, San Ángel, Ayahualulco, Atzacoaloya y El Jagüey, entre otras ubicadas entre Chilapa y ­Quechultenango.