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La polémica del festival no está en las salas, sino en los tacones

Sicario lleva a Cannes el lado turbio de las operaciones antinarco de EU

Honestamente, todos deberían usar zapatos llanos: Emily Blunt

El rumor de la exigencia de calzado alto a las mujeres, infundado: Frémaux

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La actriz Emily Blunt durante la llegada a la presentación de Sicario, de Denis VilleneuveFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de mayo de 2015, p. a10

Cannes.

Con Sicario, en competición en Cannes, el director canadiense Denis Villeneuve fusiona hábilmente sus dos ámbitos narrativos predilectos, los personajes femeninos predominantes y el thriller.

Para ello ha elegido a Emily Blunt en el papel de Kate Macer, una policía valiente e intrépida, recién ingresada al FBI, quien debe unirse al grupo de élite de la CIA; Josh Brolin y Benicio del Toro, experto despiadado en trabajos sucios. Su objetivo es capturar a un narcotraficante mexicano en medio de una misión secreta que va de desengaño en desengaño. La cinta, basada en el guión de Taylor Sheridan, está ambientada en Ciudad Juárez, zona fronteriza entre México y Estados Unidos.

Es un poema oscuro, una vorágine indescriptible de violencia, cuerpos mutilados, sangre y testosterona. Un terreno fértil para el cine de Villeneuve: “Es un lugar peligroso, desolador y silencioso, algo que está muy relacionado con la violencia y la presión que ejercen los narcotraficantes.

A mis manos llego el guión, y al leerlo me capturó inmediatamente. Taylor tiene un gran conocimiento sobre el tema, sobre el norte de México y sus conflictos, afirmó el cineasta, quien se regodea por su habilidad de apropiarse de material ajeno y hacerlo suyo. El thriller, desconcertante y turbio, revela el lado oscuro e incómodo de las acciones estadunidenses antinarcotráfico que se llevan a cabo en la frontera y saca a flote el desencanto de la realidad.

Allí no hay ni dios ni ley, afirma el guionista, quien tuvo que adentrarse en la zona para ganarse la confianza de la población local y aprender lo que está en juego con el tráfico de drogas. Es un drama repleto de venganzas y redenciones, que no agrega nada novedoso al tema, mil veces repetido, pero sin duda lleva a cuestionarse si el fin justifica los medios. Taylor aclaro: Aquí es imposible. En la película no hay ni buenos ni malos. Cuando crees haber acabado con el malo, te das cuenta que estás aún muy lejos de resolver el problema.

Pero resolver el conflicto no era el objetivo del cineasta, para quien era un deber y una gran responsabilidad plantear inquietudes y mostrar al mundo las terribles circunstancias que mantienen en zozobra a los habitantes de ambos lados de la frontera. Es sobre la alienación que provoca la violencia y el cuestionamiento sobre si tendrá solución o no. Prosiguió: “El filme no es sólo sobre el cártel de drogas. Es sobre América, sobre cómo los estadunidenses fantasean creyéndose capaces de resolver estos problemas, más allá de su frontera, sobre sus daños colaterales, la legalidad y las cuestiones morales que esto conlleva. Es un thriller que tiene que ver con idealismo y realismo y la tensión que se crea entre ambos. Sucede en el norte de México, pero bien podría ambientarse en Afganistán o en Medio Oriente.”

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El motivo de la inusitada polémicaFoto Reuters

Villeneuve destacó también la importancia del personaje femenino que lleva el peso de la historia: Al principio los productores querían que cambiara el personaje central por un hombre. Pero rehusé. Sentí que era un papel fuerte, intenso, hermoso para una mujer.

Inoportuna discusión

Por otra parte, el festival ha entrado en el ojo del huracán por su estricto código de vestimenta, tras prohibir la entrada a un estreno a una mujer porque no llevaba tacones altos.

Severas críticas ha recibido el encuentro luego que Screen International reportó que varias mujeres no pudieron entrar el domingo al estreno de Carol, de Todd Haynes, por usar zapatos planos.

El martes, la actriz Emily Blunt dijo que el reporte era muy decepcionante. Todo el mundo debería usar zapatos llanos, para ser honesta, la mayoría de las veces.

La alfombra roja de Cannes es fuertemente regulada por la tradición. Los hombres deben llevar esmoquin con corbatín y zapatos negros y las mujeres vestidos y zapatos de tacón. El código de vestuario no es explicado con lujo de detalle por el festival, pero es reforzado por los guardias de seguridad o anfitriones.

La vocera del festival Christine Aime dio a entender que el personal había cometido un error. No hay ninguna mención específica sobre la altura de los tacones de las mujeres ni de los hombres, dijo.

Por su parte, el director artístico del festival Thierry Frémaux aclaró en un tuit: El rumor según el cual el festival de Cannes exige tacones altos a las mujeres es infundado.

La disputa es particularmente inoportuna, porque el festival de este año ha estado marcado por las discusiones sobre la igualdad de género en la industria del cine.