Opinión
Ver día anteriorSábado 30 de mayo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Economía desinflada

Fallas estructurales

Blatter al gabinetazo

L

os fenómenos temporales (Hacienda dixit) mantienen en la lona a las finanzas públicas, las cuales registraron un déficit superior a 127 mil millones de pesos en los cuatro primeros meses de 2015, monto 140 por ciento mayor al reportado en igual lapso de 2014. Paralelamente, la deuda del sector público se incrementa de forma constante hasta llevar su saldo a un nivel histórico.

Como siempre, la realidad rebasa por mucho al sempiterno discurso rosa del sector oficial, mientras la prometida recuperación económica en la segunda mitad de 2015 no es más que un buen deseo en medio de muy malos resultados y peor perspectiva. Como lo señala el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), como desde hace dos años el optimismo que se presentaba en los pronósticos de crecimiento ha venido decayendo paulatinamente, no sólo porque el país atraviesa por una coyuntura internacional complicada, sino porque no se ha generado una solución satisfactoria a los problemas estructurales propios de nuestra economía.

Para el citado centro de investigación si bien durante el primer trimestre del año la tasa anualizada de crecimiento del producto interno bruto nacional (2.5 por ciento) fue superior a la de algunos otros países de América Latina, como Argentina (1.1), Chile (2.4) y Brasil (donde se esperan resultados negativos), el desempeño en marzo del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) exhibió cifras negativas en su comparativo mensual, de manera que la tendencia del IGAE empieza a mostrar un comportamiento negativo.

Al respecto, el CIEN detalla que el lento ritmo de crecimiento exhibido por el IGAE se debe a que durante el tercer mes del año la actividad económica se desaceleró. Al considerar cifras desestacionalizadas, el IGAE disminuyó 0.6 por ciento respecto de febrero, ya que todos sus componentes presentaron un mal desempeño. Las actividades primarias (-4.4) y las terciarias (-0.2) se ubicaron en terreno negativo, en tanto que las secundarias mostraron nulo crecimiento.

Al analizar las tendencias, señala, se observa que el IGAE presenta un movimiento a la baja debido a que la tendencia de las actividades secundarias se encuentra estancada, mientras que las primarias presentan un comportamiento negativo; únicamente las actividades terciarias exhiben una tendencia con movimiento al alza, aunque éste comienza a desacelerarse. Por su parte, todos los ciclos del IGAE se encuentran por debajo de su potencial con comportamiento negativo. Lo anterior implica que la actividad económica de nuestro país continuará expandiéndose a un ritmo moderado durante los próximos meses.

De esta forma, la precarización salarial del mercado laboral nacional que ha impedido un fortalecimiento sólido del mercado interno, las secuelas del recorte en el gasto gubernamental que se harán presentes en los próximos meses (tras las elecciones del 7 de junio), así como el lento crecimiento de la economía estadunidense, en particular el bajo desempeño de su actividad industrial, son algunos de los factores que frenarán el dinamismo de la economía de nuestro país durante el segundo trimestre del año.

Al analizar la actividad económica durante marzo con base en cifras anualizadas, se aprecia que el sector secundario registró un menor crecimiento respecto de lo obtenido durante el mismo periodo del año pasado (1.7 contra 3.9 por ciento, respectivamente) debido a que las manufacturas moderaron su desempeño, así como por la caída de la minería, que presenta tasas de variación anual negativas desde abril de 2014.

La mesura en los resultados de las manufacturas obedece a un menor crecimiento de las exportaciones debido al bajo desempeño de la economía estadunidense durante los primeros meses del presente año. En abril, los productos manufactureros enviados al extranjero se incrementaron 3.2 por ciento a tasa anualizada, menos de la mitad respecto del mismo mes de 2014. Lo anterior, junto con la caída de más de 50 por ciento en las transacciones petroleras, dio como resultado que el total de las exportaciones nacionales disminuyera 3.3 por ciento, cifra que se pudo tornar más negativa de no ser por el desempeño favorable del sector automotriz, cuyas exportaciones aumentaron 12.2 por ciento.

Por otro lado, las actividades terciarias aumentaron 3.3 por ciento en términos anuales durante marzo; es decir, fueron las que exhibieron los mejores resultados en el mes en cuestión. Sin embargo, al analizar su desempeño mensual, se observa que éstas tuvieron un retroceso de 0.2 por ciento respecto de febrero. Tal comportamiento obedece a que tanto el comercio (-0.1) como los servicios de transporte (-3.8), dos de las principales actividades del sector servicios, se ubicaron en terreno negativo en su comparativo mensual; situación que señala que el mercado interno no termina por recuperarse.

En abril, detalla el CIEN, las exportaciones totales de nuestro país disminuyeron 3.3 por ciento con respecto del mismo mes del año pasado. Dicho comportamiento obedece a una caída de 50.7 por ciento en la parte petrolera, en tanto que la no petrolera aumentó 2.7. Dentro de esta última destaca la caída de 25.3 por ciento en las exportaciones extractivas, en contraste con las automotrices que incrementaron 12.2 por ciento. Por otro lado, las importaciones cayeron 1.6 por ciento en el mes en cuestión debido a que, de manera similar a las exportaciones, la parte petrolera decreció 29.5 por ciento mientras que la no petrolera se incrementó 2 por ciento.

De esta forma, el saldo de la balanza comercial en abril resultó deficitario, por lo que en el acumulado de los primeros cuatro meses del año la diferencia entre exportaciones e importaciones totales acumula una pérdida de 2 mil 285.8 millones de dólares.

Y todo indica que después de las elecciones del próximo 7 de junio, ya saciada el hambre inmediata de la huesocracia, la fiesta se pondrá más movida.

Las rebanadas del pastel

Lo que ayer se revalidó en Zúrich fue el sistema de corrupción imperante en la FIFA, en el que Joseph Blatter sólo es la cabeza visible de las famiglias del futbol. Eso sí, tras su cínico discurso (“asumo la responsabilidad de recuperar la imagen de la organización… Juntos lo podemos hacer… Cuando abandone el cargo dejaré una FIFA más fuerte”) este personaje de la mafia futbolera confirma que fácilmente podría ocupar un puesto en el gabinetazo mexicano.

Twitter: @cafevega