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El compositor y director búlgaro será batuta huésped de la Sinfónica del IPN

Hoy domina el dinero; cuando me formé lo esencial era la educación: Tabakov

Escribir música es un ejercicio cansado y solitario, por eso durante dos meses al año me aíslo de todo, expresa a La Jornada

Estrena en México su Concierto para contrabajo y orquesta

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Integrantes de la OSIPN, a las órdenes de Emil Tabakov, en el podio, durante un ensayo en el auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, donde ofrecerán dos conciertosFoto cortesía de la Orquesta Sinfónica del IPN
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de junio de 2015, p. 5

El músico de origen búlgaro Emil Tabakov (1947), quien esta semana ocupará el podio de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) como batuta huésped, evita cualquier confrontación o dilema entre sus facetas de compositor y director.

A la primera, consagra dos meses al año en un ritual que implica aislarse por completo de todo contacto humano. A la segunda dedica los 10 meses restantes, tiempo que se da para hacer y disfrutar de la música en vivo.

Me es muy difícil decir cuál de las dos actividades gozo más. Lo hago con ambas, aunque sean tan diferentes. Pero si tuviera que optar, acaso sería por la dirección, pues es más atractiva, me permite estar en contacto con la música de forma directa y con las personas, con todo aquello que implica un concierto, explica a La Jornada.

La composición es un ejercicio más demandante y complejo. Por eso tengo un ritual, que consiste en encerrarme dos meses, aislado de todo y de todos. Es un ejercicio muy cansado y solitario.

La educación, invaluable

Considerado por la crítica un director de personalidad entregada, Tabakov, como parte de su participación con la orquesta politécnica, hará el estreno en México de su Concierto para contrabajo y orquesta.

Es una de sus primeras obras, según cuenta en entrevista, la cual escribió en 1975 para titularse de compositor en el Conservatorio de Sofía, Bulgaria.

Para nada es una pieza vanguardista ni experimental; de hecho, está escrita de un modo muy clásico, con tres movimientos y tiene muchos contrapuntos. Aunque amo la música de Mahler y Shostakovich, no tiene influencia de estos compositores; si acaso se puede percibir en ella cierto aire de Stravinsky, precisa.

Haber escrito ese concierto para contrabajo responde a que también se graduó en ese instrumento, lo que explica que sea el protagonista de muchas de sus obras, entre ellas Lamento, para 12 contrabajos, y otra de título Motivi, para solista, que es utilizada en audiciones y competencias.

El actual titular de la Sinfónica de Bilkent gusta mucho de escribir para gran formato. Cuenta con nueve sinfonías, un Requiem y cinco obras de danza para orquesta.

Orgulloso de la cultura y las tradiciones de su natal Bulgaria, comenta que varias de sus partituras profundizan en el folclor y la música tradicional de ese país. Sin embargo, aclara que no es un sello que defina su escritura musical.

A Emil Tabakov –quien ha dirigido la obra completa de Mahler y es experto en Shostakovich– correspondió crecer y hacerse músico cuando su país pertenecía al bloque socialista.

Es una situación que agradece, pues pudo hacerse de una preparación exigente y disciplinada, así como de gran bagaje cultural.

Hoy, entre las personas, el poder del dinero tiene mucho peso. Lo que me tocó vivir durante el comunismo era muy diferente, pues era más importante la educación, algo invaluable, indica.

El programa que el músico búlgaro dirigirá al frente de la OSIPN incluye también Finlandia, de Jean Sibelius, y la Sinfonía no. 5 en fa mayor, Op. 76 de Antonin Dvorák.

Los conciertos serán hoy a las 19 horas y el sábado 6 a las 13 horas en el auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet (Wilfrido Massieu s/n, esquina con Instituto Politécnico Nacional, Zacatenco).