El senador Manuel Camacho Solís, ex jefe del Departamento del Distrito Federal, falleció ayer a los 69 años de edad a consecuencia de un tumor cerebral que combatió hasta el último año de su vida.

La clase política lamentó el deceso de quien fue considerado como un negociador eficaz en distintas etapas de la historia reciente del país.

A Camacho Solís le sobreviven sus esposa Mónica Vanderbilt y sus hijos Manuel, Juan, Guadalupe, Isabel, Inés y Leonor.

Los restos de quien fue secretario de Desarrollo Urbano y Ecología fueron velados en el Panteón Francés de San Joaquín, y hoy, en la sede del Senado, se le rendirá un homenaje de cuerpo presente con la participación de integrantes de los tres poderes de la Unión.

Se trata de un homenaje de Estado que llevará a cabo el pleno de la Cámara de Senadores para extender sus condolencias por esta irreparable pérdida, anunció Miguel Barbosa, presidente del Senado, al acudir a la capilla donde fueron velados los restos de su compañero de bancada. Camacho Solís llegó al recinto legislativo por el PRD.

Colaboradores, amigos y políticos de distintos partidos acudieron a los funerales, mientras en redes sociales, a lo largo del día, se puso de manifiesto el pesar por el fallecimiento de quien en 1994 fue el coordinador para el Diálogo y la Reconciliación en Chiapas con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el subcomandante Marcos.

Condolencias

Tras difundirse la noticia del deceso, el presidente Enrique Peña Nieto manifestó en su cuenta de Twitter: mis condolencias a la familia, amigos y compañeros legisladores del senador Manuel Camacho Solís.

En representación del Poder Ejecutivo acudió a las exequias en el Panteón Francés el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, quien dijo que, en lo personal, es un motivo de gran tristeza la muerte del senador. He tenido oportunidad de expresarle al presidente del Senado mi pesar por el fallecimiento de un miembro destacado de ese cuerpo colegiado.

Desde temprana hora, personajes que se distinguieron como colabores cercanos de Camacho Solís acudieron al Panteón Francés: Gustavo Robles, Manuel Aguilera –quien lo sustituyó en la jefatura del Departamento del Distrito Federal, en 1994, cuando Camacho fue designado secretario de Relaciones Exteriores–; Alejandra Moreno Toscano, quien siempre fue su mano derecha.

Asimismo, el historiador, político y poeta Enrique Márquez, ideólogo de cabecera de Camacho Solís; el académico Ignacio Marván y, por su supuesto, su maestro el oaxaqueño Luis Martínez Fernández del Campo, quien organizó en su departamento de Gelati, en la colonia San Miguel Chapultepec, la reunión entre Camacho Solís y Luis Donaldo Colosio, el 19 de marzo de 1994, cuatro días antes del asesinato del candidato priísta a la Presidencia de la República.

En ese encuentro, que duró de las 21:30 horas a la medianoche, Camacho, quien después fue nombrado por Carlos Salinas de Gortari comisionado en Chiapas, se comprometió a hacer pública una declaración política señalando que no aspiraba a la Presidencia y apoyaba a Colosio, como lo hizo el 26 de marzo de aquel año.

A la capilla donde se velaron los restos de Camacho Solís acudió el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, acompañado del director del Metro, Joel Ortega, y el secretario de Cultura del Distrito Federal, Eduardo Vázquez, para expresar sus condolencias a la familia.

También asistió Cuauhtémoc Cárdenas, amigo cercano del senador. Expresó que lo recordará con mucho afecto y cordialidad; su deceso es lamentable para los amigos de Manuel Camacho, para los mexicanos que estamos luchando por un cambio equitativo y democrático en el país, dijo.

Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez de igual manera estuvieron presentes en las exequias. El primero lo recordó como un negociador nato; mientras la ex legisladora del PRD dijo que el ex coordinador del Diálogo para la Construcción de México –frente político electoral de los partidos de izquierda– fue su alumno en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Entre otros, estuvieron en el velatorio el ex director de Petróleos Mexicanos, Francisco Rojas Gutiérrez, quien recordó a Camacho Solís como un político de tiempo completo. Además, el ex regente Manuel Aguilera; el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; y Jorge de la Vega Domínguez, quien presidía el Comité Ejecutivo Nacional del PRI cuando Salinas de Gortari fue nombrado candidato presidencial, y se designó a Camacho secretario general del partido, desde cuya posición coordinó la campaña rumbo a Los Pinos.

De igual manera, presentaron sus condolencias el panista Luis H. Álvarez; el ex dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca), Luis Meneses; el líder del PT, Alberto Anaya; el ex líder del PRI, Gustavo Carbajal; Adriana Luna Parra y los senadores Dolores Padierna, Armando Ríos Piter y Roberto Gil Zuarth.

Marcelo Ebrard, discípulo de Camacho Solís, no acudió al funeral; tampoco Carlos Navarrete, presidente nacional del PRD.

Por otro lado, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el sacerdote dominico Gonzalo Ituarte Verduzco, colaborador cercano del obispo Samuel Ruiz García, figura preponderante en el conflicto de 1994, recordó a Camacho Solís como un hombre inteligente, con una visión de Estado que veo ausente en muchos políticos de hoy que son inmediatistas y sólo miran los intereses inmediatos.

Interlocutor respetuoso

En entrevista, dijo que durante la época del conflicto chiapaneco el senador supo reconocer la dignidad y calidad de las personas que tenía enfrente y se portó a la altura; fue una interlocución respetuosa e interesante, propositiva de ambas partes.

Una de las imágenes que han quedado para la posteridad de aquellos diálogos es cuando Camacho Solís tomó una esquina de la bandera mexicana desplegada por la delegación zapatista, durante una conferencia de prensa en la catedral de San Cristóbal.

La última aparición pública de Camacho Solís fue en enero pasado, durante la inauguración de la plenaria de la bancada del PRD.