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La izquierda funcional bloquea accesos a la capital argentina

Para el transporte público en Buenos Aires y otras ciudades
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Gremios de transportistas y centrales obreras convocaron ayer a un paro y bloqueos en varias ciudades de Argentina para exigir la eliminiación del impuesto a las ganancias, entre otros puntosFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de junio de 2015, p. 23

Buenos Aires

El paro de 24 horas convocado por sindicatos opositores de derecha, y que afectó este martes a todo el transporte público, paralizó esta capital y otras ciudades del interior, aunque hubo comercios abiertos y sólo se veían automóviles y taxis, mientras que la ahora llamada izquierda funcional cortaba las vías de entrada para impedir la llegada de trabajadores a las principales ciudades.

Esta inexplicable medida de fuerza fue encabezada por los gremios del transporte y las centrales obreras lideradas por Hugo Moyano, de Confederación General del Trabajo (CGT Azopardo), Luis Barrionuevo, de la CGTAzul y Blanca, y Pablo Micheli, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA, autónoma y opositora).

Al informar los tres sobre el paro, Moyano dijo que esto “demuestra la disconformidad con las políticas del gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por parte de los trabajadores, cuya decisión los dirigentes sólo ejecutamos “rechazando las críticas y advirtiendo que si fuera necesario van a continuar aplicando las medidas que históricamente aplicaron los trabajadores en defensa de sus intereses.

Los bloqueos comenzaron a las cinco de la mañana en los principales puntos de entrada o salida, tanto en esta capital como en La Plata, en Córdoba y otros lugares.

A diferencia de las huelgas anteriores de los mismos gremios como la del 31 de marzo pasado, en esta ocasión los izquierdistas comenzaron los cortes a las cinco de la mañana dos horas más temprano que en el paro anterior. El adelanto tuvo la intención de impedir la llegada de obreros a las fábricas. Hubo algunos enfrentamientos, golpes de verdaderas patotas (pandillas) contra sencillas personas que intentaban pasar, como lo registró la televisión local. En los cortes estaba el troskista Partido Obrero del Movimiento Socialista de los Trabajadores y otros, y los seguidores de Micheli, que también se dice de izquierda.

La presión de estos gremios, que algunos funcionarios calificaron como extorsiva se produce cuando se iban a iniciar este miércoles negociaciones paritarias (entre trabajadores y patronales). Se reclama la eliminación del impuesto a las ganancias y negociaciones paritarias libres .

Entre los graves sucesos del día se ubica la declaración de Luis Barrionuevo, de oscura historia sindical quien dijo que en la época de los militares cuando hacíamos paro, huelga, lucha se conversaba, se negociaba, pero con este gobierno no tuvimos ninguna posibilidad de ningún tipo de dialogo.

Facundo Moyano, hijo del dirigente camionero Hugo Moyano, replicó: quiero expresar un enérgico repudio a los dichos de Barrionuevo sobre la relación del sindicalismo y la última dictadura cívico-militar al recodar que si hubo un sujeto social víctima de la dictadura civico-militar fueron los trabajadores argentinos. Este tipo de dirigentes y sus expresiones no hacen más que dañar la imagen del sindicalismo argentino y perjudicar a los trabajadores.

Más tarde, Barrionuevo intentó arreglar la situación y la empeoró al reconocer que dialogaban con los militares porque éstos habían ocupado e intervenido todas las sedes gremiales.

Con respecto al corte de entradas a esta capital y otras ciudades el mismo Barrionuevo sostuvo que un paro tiene muchos componentes: hay una izquierda que corta las rutas y los accesos, también está el transporte, y si el trabajador no tiene la movilidad tampoco va a trabajar por más que tenga voluntad.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) afirmó que 88 por ciento de los comercios del país abrieron sus puertas a pesar del paro del transporte y que a causa de la medida de fuerza, los locales tuvieron muy poco movimiento y las ventas minoristas finalizaron la jornada con una caída promedio de 60 por ciento. Las pérdidas en general suman millones de pesos en todo el país.

El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que el paro sólo tuvo el objetivo de impedir a la mayoría de la población ir a trabajar, y aseguró que hay algunos dirigentes gremiales que no tienen vocación de sentarse a discutir paritarias y ponen condiciones que casi son una extorsión.

Recordó que ya dos millones y medio de trabajadores acordaron aumentos salariales en paritarias y acusó a los gremios del transporte de querer generar zozobra al frenar la actividad del área metropolitana.

En cuanto a los sectores de izquierda que realizan bloqueos en accesos a la capital, el jefe de gabinete consideró que son funcionales a los sindicalistas del transporte, e irónicamente dijo que lo esencial es invisible a los troskos, al aludir a una frase de El Principito, de Antoine Saint-Exupéry.

El opositor gremialista Juan Carlos Schmid criticó los cortes en distintos accesos y puntos de la ciudad. Nosotros decidimos cese de actividades, los piquetes de alguna manera terminan enturbiando la decisión política de esta protesta, afirmó, aunque aclaró que los realizan expresiones de izquierda con las que no tenemos ninguna relación orgánica.

Por su parte, el ministro del Interior y precandidato presidencial Florencio Randazzo planteó que los dirigentes sindicales opositores decretaron hoy la prisión domiciliaria de millones de argentinos .