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Homenaje a Machito

C

omo una nueva expresión del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, el Lincoln Center rinde hoy y mañana homenaje a uno de los pilares del jazz latino: Francisco Raúl Gutiérrez Grillo, mejor conocido como Machito. A juicio del compositor y trompetista Wynton Marsalis, es la continuación de una fructífera y añeja relación musical entre ambos pueblos.

El recorrido a través de la obra afrocubana de Machito está a cargo de Carlos Henriquez (El Bronx, 1979) junto con la orquesta de jazz del Lincoln Center. Director y compositor, Henriquez debutó a los 17 años como bajista en la orquesta de Tito Puente, además de acompañar en grabaciones a Celia Cruz, Eddie Palmieri, Rubén Blades y Bobby Cruz.

Machito nació en La Habana, en 1908 y murió  en Londres en 1984 de un paro cardiaco. Fue director de una banda inigualable, cantante, maraquero y compositor que echó las bases del jazz latino. Hijo de un fabricante de puros recibió el apodo con el que se le conoce mundialmente desde que muy joven cantaba en conjuntos locales.

A Nueva York llegó en 1937 y formó su orquesta con su cuñado, Mario Bauza; pero se dio tiempo para destacar en los años 40 y 50 del siglo pasado al lado de otros grandes, como Xavier Cugat, Charlie Parker, Flip Phillips, Buddy Ricch y Harry Edison.

Las creaciones musicales de Machito se convertirían en elemento clave en el movimiento del jazz afrocubano, en crear una gama de ritmos latinos que combinó con el jazz diversificándolo y enriqueciéndolo. Con su legendaria orquesta debutó en el salón de fiestas Park Plaza Ballroom a finales de 1940, abriendo paso a la moda del mambo, pero también a la guaracha y el son. Con la llegada de nuevos ritmos, Machito y su banda de metales compartieron fama con Chico O’Farrill y Tito Rodríguez. La salsa recuerda el estilo de lo que él estuvo tocando por mucho tiempo.

Machito también actuó con Doc Cheatham, Joe Newman, Dexter Gordon y Dizzy Gillespie. En los años 50 del siglo pasado ofrecía conciertos gratis en el Central Park, en un intento por neutralizar los enfrentamientos entre pandillas que se daban en Manhattan. Se dio tiempo para ocuparse de las personas de la tercera edad, los drogadictos y los marginados de Nueva York. Dos años antes de su muerte se hizo acreedor a un Grammy, que celebró con sus discípulos Tito Puente, Ray Barreto  y Eddie Palmieri. En un filme de 1987, Machito: A Latin Jazz History, se cuenta la vida y la contribución musical del genial músico cubano.

El Lincoln Center es referencia obligada en música, ópera, danza y teatro. De él depende la Julliar, escuela de excelencia en el campo de la música. Hace 20 años creó un programa y una orquesta exclusivamente de jazz. La dirige Wynton Marsalis. Su sala de conciertos es magnífica y los boletos de entrada casi un regalo.