Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 14 de junio de 2015 Num: 1058

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La caravana
Eduardo Thomas

La organización de
artistas e intelectuales:
¿tiempos coincidentes?

Sergio Gómez Montero

Ficción y realidad
de los personajes

Vilma Fuentes

Voltaire y el humor
de Zadig

Ricardo Guzmán Wolffer

Ramón López Velarde:
papeles inéditos

Marco Antonio Campos

Inauguración del
Museo del Estado

J.G. Zuno

La Música de la escritura
Ricardo Venegas

Columnas:
Tomar la Palabra
Agustín Ramos Aguilar
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Germaine Gómez Haro
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Bienal de la Habana (I DE II)

Sin tener las pretensiones de las grandes bienales, como la de Venecia o la de São Paulo, la Bienal de la Habana posee una personalidad propia y un carácter inigualable. He tenido la oportunidad de estar presente en ediciones pasadas y me he podido percatar de la calidad que siempre se ha conseguido, aun en los tiempos de mayores dificultades económicas. Esta duodécima edición no tiene parangón: Cuba es un gran ejemplo de cómo las carencias activan exponencialmente la creatividad. El pueblo cubano no se ha detenido un solo instante ante las adversidades, y eso queda a la vista en la manera como sortean su día a día, y qué decir del desempeño de sus artistas y gestores culturales. Con la salvedad de algunas faltas de organización en cuanto a horarios y cambios de última hora, esta Bienal merece todo nuestro reconocimiento y fuertes aplausos.

Al recorrer la Bienal de la Habana dispersa por sus diversas zonas por demás contrastantes –de la deslumbrante Habana Vieja a los barrios marginales de Romerillo y Casablanca– el transeúnte no deja de asombrarse con la presencia de proyectos urbanos –esculturas, instalaciones, performances, intervenciones– concebidos site specific para las calles, plazas, parques, edificios derruidos, como también en sus magníficos museos, galerías y espacios acondicionados para las exhibiciones más formales. Se palpa el arte por todos lados y al alcance de un público local que participa con gran entusiasmo y se mezcla con los visitantes de muy diversas latitudes que no se dan abasto con tantos eventos que se llevan a cabo cada día en diferentes puntos de la ciudad. Los sucesos del pasado 17 de diciembre y el anunciado reinicio de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos sin duda propiciaron la llegada de un número de extranjeros mucho mayor de lo esperado, por supuesto hordas de estadunidenses, entre ellos importantes coleccionistas, art dealers y directores de museos. Se percibió la calidez de una atmósfera festiva y una efusividad contagiosa en propios y extraños.


Sergio Hernández, detalle de fragmento, serie: Los ardientes

Participación de México

Entre más de trescientos artistas provenientes de cuarenta países, seis fueron los mexicanos invitados por el equipo curatorial de la Bienal. Héctor Zamora (Ciudad de México,1974), quien actualmente reside en São Paulo, presentó una intervención sonora y lumínica en la Universidad de las Artes (ISA); Carlos Amorales (Ciudad de México, 1970) organizó un Concierto para güiro en el cine Verdún; Sandra Calvo (Ciudad de México, 1977) realizó una intervención arquitectónica en la Casa de la Obrapía, un majestuoso palacete en el Casco Histórico; Gilberto Esparza (Aguascalientes, 1975) y Dr. Lakra (Ciudad de México, 1972) participan en una muestra colectiva del Centro Wifredo Lam. La intervención en muros y los característicos afiches “tatuados” de Lakra en una sala del Centro causaron impacto por su fuerza expresiva que esconde un simbolismo perturbador. Este creador también estuvo presente en la exhibición colectiva Ruido salvaje, integrada por obras provenientes del Museo del Bronx y del Museo Orgánico Romerillo, muestras que serán reseñadas en la siguiente entrega.


Gráfica móvil. La Curtiduría

Los proyectos, coordinados por Demián Flores (Juchitán, Oax., 1971) y su equipo de La Curtiduría, titulados Gráfica móvil y Rótulos, se insertaron en el diálogo urbano que privilegió la Bienal, involucrando a la comunidad local y a la gente en la calle. El primero consistió en circular con un tórculo de grabado instalado en un carrito e invitar a la gente a realizar su propia pieza a partir de una de las trescientas placas que fueron comisionadas a artistas mexicanos de varias generaciones. Público de todas las edades, en especial los niños, quedaron cautivados con esta original acción que alcanzó las seis mil placas impresas. Para la segunda propuesta fueron invitados dos rotulistas oaxaqueños quienes ofrecieron sus servicios en establecimientos como la carnicería, el café, el mercado, entre otros, en un barrio popular donde plasmaron el imaginario de los propietarios.

En el Museo de Bellas Artes se presentó el trabajo reciente del renombrado artista oaxaqueño Sergio Hernández (1957) en una magnífica exposición titulada Los ardientes, once pinturas de grandes dimensiones inspiradas en el Retablo de Isenheim, de Matthias Grünewald, y diez grabados de distintas épocas. Hernández fue galardonado con el Premio Internacional René Portocarrero, otorgado por la Unión de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC).

(Continuará)