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Reportaje /CCOY: problemas añejos

El de las filtraciones es un problema de hace 25 años, mínimo, comenta el director académico

El deterioro físico y administrativo en el CCOY es de años atrás: Ricardo Fuentes

Los estudios en la Escuela de Danza Contemporánea no tienen validez oficial ante la SEP, refiere el funcionario, como una de las lagunas heredadas

Necesitamos ese reconocimiento, apunta

Foto
Imagen del centro tomada en días recientes, donde se aprecia el mantenimiento brutal para reparar los desperfectosFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de junio de 2015, p. 8

De acuerdo con el director académico del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY), Ricardo Fuentes, el de este recinto es un problema que se remonta muchos años atrás, lo mismo en su deterioro arquitectónico que en sus irregularidades administrativas.

Sobre el estado de conservación del inmueble, en lo concerniente a las filtraciones de agua y goteras, asegura que es un problema de por lo menos 25 años, e incluso afirma que entre 1999 y 2000 la situación era peor, pues caían chorros de agua.

La serie de desperfectos no es de ahorita; hicimos un mantenimiento brutal, pero teníamos problemas, resalta. El edificio no se va a caer ni hundir, porque tiene una estructura que está hecha para soportar mucho más peso del que aguanta actualmente.

En lo que respecta al desorden administrativo, el funcionario asegura que también es una circunstancia heredada desde hace muchos años y menciona por ejemplo la inexistencia del marco jurídico de la Escuela de Iniciación a la Música y la Danza.

Estamos en proceso de regularizarlo. Lamentablemente, no a la administración anterior, sino a la anterior de la anterior se le olvidó que el CCOY dependía de la Secretaría de Cultura y no está en el reglamento interno de la administración pública del Distrito Federal. Claro que existimos, porque tenemos lineamientos y un manual de organización, el cual tiene esa lagunita, explica.

Otro de los temas que aborda el funcionario, con relación a las lagunas administrativas, es la falta de validez oficial ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) de la Escuela de Danza Contemporánea y, en primer momento, sostiene que, más importante que un título es que los bailarines conozcan y demuestren que aprendieron perfectamente su especialidad.

Salen a una edad que ya pueden integrarse a un ballet clásico o solicitar becas de estudio aquí o en el extranjero, y el documento a veces sí se les requiere, aunque, definitivamente, adonde vayan pueden llegar con su papel pero, de forma inmediata, les van a pedir que bailen, y eso vale más, asienta.

Antes era una caja de problemas

Más adelante precisa que, con base en el artículo 10 de la Ley General de Educación, el Distrito Federal, como las demás entidades de la Federación, tiene la facultad de emitir sus propios certificados con validez.

El documento que sello y firmo tiene validez con fundamento en dicho artículo de esa ley, pero la SEP lo reconoce siempre y cuando se registren los planes y programas. Necesitamos ese reconocimiento, como sí lo tiene a nivel licenciatura la Escuela Vida y Movimiento, agrega.

Para concluir, Ricardo Fuentes comenta que anteriormente el CCOY solamente era una caja de problemas, un inmueble que generaba broncas.

Considera que siempre habrá demandas de atención en un lugar donde hay artistas, y destaca que el actual secretario de Cultura ve al Ollin Yoliztli como un sitio de formación artística, un lugar de promoción para la educación formal profesional, con problemas de artistas que hay que resolver. Esa es la diferencia.