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Menor crecimiento, caída de ingresos petroleros y dólar fuerte, fuentes de inestabilidad

Las finanzas del país, en riesgo por el adverso entorno externo

Las empresas deben identificar los peligros a que están expuestas, advierten autoridades

Mecanismos preventivos permitirán absorber los choques de manera ordenada, afirman

 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de junio de 2015, p. 23

El sistema financiero mexicano se enfrenta al riesgo de un entorno internacional adverso. Las fuentes de inestabilidad están plenamente identificadas: menor crecimiento económico global, la caída en los ingresos petroleros, el fortalecimiento del dólar y el esperado aumento en las tasas de interés, advirtieron las autoridades económicas y financieras mexicanas. En ese marco llamaron a las empresas que han contratado deuda en moneda extranjera a identificar con claridad los riesgos a que están expuestas.

En los últimos años, un pequeño grupo de compañías nacionales se endeudó en el exterior con 76 mil millones de dólares, monto comparable al de la deuda externa del gobierno federal, según datos oficiales.

Identificados los factores de riesgo que enfrentará el país, las autoridades financieras aseguraron que los mecanismos preventivos que México ha construido en los últimos años permitirán con una alta probabilidad, absorber de manera ordenada los choques externos.

El sistema financiero mexicano podría enfrentar entornos externos adversos como consecuencia de un menor crecimiento global, la caída de los ingresos petroleros, la apreciación generalizada del dólar y el aumento de las tasas de interés de las principales divisas, concluyó el Consejo de Estabilización del Sistema Financiero (CESF).

Esta instancia la integran los titulares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Banco de México, las comisiones Nacional Bancaria y de Valores, de Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros, Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y Nacional de Seguros y Fianzas, así como del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.

Los integrantes del CESF analizaron el efecto de los posibles cambios en las condiciones internacionales sobre la situación macroeconómica del país, del que destacaron la solidez de las acciones tomadas para enfrentar la volatilidad internacional.

Los resultados del ejercicio señalan que los mecanismos preventivos que México ha construido en los últimos años, como la acumulación de reservas internacionales por 193 mil 238 millones de dólares, la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional por 72 mil millones de dólares, los mecanismos de subasta de dólares, la profundización de los mercados financieros y la postura de política macroeconómica, permitirían con alta probabilidad que los choques puedan ser absorbidos de manera ordenada, de acuerdo con un comunicado del CESF.

Los miembros del consejo coincidieron en que es de gran importancia mantener la fortaleza del marco macroeconómico, en particular la disciplina en materia fiscal y monetaria, indicó el comunicado. El propósito es consolidar la estabilidad macroeconómica del país y reforzar la capacidad de resistencia del sistema financiero mexicano ante embates de distinta naturaleza, consideró.

De manera especial se refirieron a los movimientos en los mercados financieros por ajustes de portafolios que pudieran acelerarse en respuesta a un incremento en las tasas de interés en Estados Unidos, que el CESF considerá podría ocurrir a finales del tercer trimestre de este año o incluso a principios de 2016.

El esperado incremento en las tasas de interés en Estados Unidos, que fueron llevadas por el banco central de aquel país a niveles mínimos históricos para estimular la economía después de la crisis de 2008-2009, marcaría el inicio de la normalización de la política monetaria en aquel país. Al incrementarse el premio a los inversionistas en Estados Unidos, se prevé una reversión de los flujos de capital hacia países como México, que han sido receptores de cuantiosos recursos debido a las mayores tasas de interés, de acuerdo con analistas.

Además, los miembros del consejo analizaron la evolución de la deuda en dólares de empresas mexicanas no financieras. Concluyeron que si bien no existe un problema generalizado, consideraron importante que las empresas que han emitido deuda en moneda extranjera en los últimos años evalúen con cuidado su situación, en particular en función de su ingreso esperado en divisas, a fin de identificar con claridad los riesgos a los que están expuestos y tomar medidas para mitigarlos.

Según datos del Banco de México, un grupo de 49 empresas mexicanas contrató en los últimos cinco años deuda mediante la emisión de bonos en el extranjero por cerca de 76 mil millones de dólares, cantidad similar al saldo de la deuda externa del gobierno federal, que al cierre de 2014 se situó en 78 mil 573 millones de dólares.

Solamente en el último año las colocaciones de bonos que hicieron esas 49 empresas mexicanas en el exterior –un medio de allegarse financiamiento aprovechando tasas de interés inferiores a las que pagarían en el mercado local– sumaron 18 mil millones de dólares, el mayor monto en la historia financiera de México, de acuerdo con los datos del banco central, contenidos en el Reporte sobre el Sistema Financiero, publicado en noviembre pasado.